Años llevo queriendo ir a esta cata veraniega, que ayer celebró su XI edición. Tomates de la finca Sancha Pérez, (bodega y almazara también), situada entre Conil y Vejer, de producción ecológica. La cata fue dirigida por la Asociación Malasjierbas, productor ecológico de verduras. Una experiencia del tomate de verdad y en cinco variedades muy representativas del terruño. Una delicia.
Junto a 35 asistentes, contemplamos al llegar las labores de vendimia de uva palomino. La finca cuenta con 300 semillas autóctonas de verduras y 80 de tomates, que además se extraen periódicamente de la propia cosecha. Se trata de un proyecto agrocultural, cultura de la tierra.
Se siembra con semillas autóctonas, y la tierra se trabaja para procurar mantener la humedad. Además, la Asociación Malasjierbas vende la producción en cajas de 8 variedades de verduras, sirviendo a unas 40-50 familias y establecimientos de restauración. Para ello cuentan con 16 ha de terreno. La cata de ayer es una actividad de sensibilización y de difusión de los valores de la agricultura ecológica.
Aceite, vinos y producción de hierbas aromáticas medicinales son las tres patas en las que se sustenta la actividad de la finca. En 2012 hablamos de Sancha Pérez.
La cata de los tomates incluía una encuesta, para que los participantes puntuaran los tomates: sabor, acidez, textura, piel y calificación general…. Todo ello, para cinco muestras de tomates degustadas, con lo que se conocen las preferencias del público de variedades nuevas y antiguas, siempre de cercanía.
El Tomate: Es una planta solanácea. Necesita pues mucho abono orgánico y rotación de cultivo. Vino con el Descubrimiento desde Perú. En realidad, es una fruta, y era verde en su origen. Cuanto más pequeño, más semillas tiene. Su temporada se extiende de junio a octubre. Actualmente se han perdido el 70% de sus semillas, y éstas se extraen en junio. Aquí son importantes las buenas prácticas del agricultor.
El “tomate de secano” de la zona de Conil es muy resistente, de hecho se le llama tomate del “cambio climático”, y se siembra en marzo-abril.
Como curiosidad, en un tomate cherri hay unas 40 semillas. Se estruja y cae la semilla, se infusiona y se introduce en un bote, añadiéndole arroz para secar.
Las semillas del tomate pueden durar de 5 a 8 años. En otros tiempos se sacaban semilla todos los años. Malasjierbas las regala a quien se las pide.
El nutriente más interesante del tomate es el licopeno, un antioxidante obtenido al freírlo (no en crudo).
LA CATA:
Se cataron en pequeños trozos los siguientes tomates:
Muchamiel (de Conil), que se da hasta octubre.
Cherri rosado: también llamado cereza, de pequeño tamaño.
Bosque cebrado: por los dibujos de su piel.
Piennolo: una variedad más de tomate mini.
Rosalinda: un tomate de tamaño mayor que la media, aunque tiene poco rendimiento.
De todos ellos, el más indicado para hacer gazpacho es el Muchamiel.
LA BODEGA:
Terminada la cata, intervino el propietario de la finca, Ramón Iglesias, para informar de las variedades de uva cultivadas en Sancha Pérez, como Palomino, Pedro Ximénez y Tintilla, elaborando vinos blancos y tintos. Estas tres son uvas autóctonas.
Refirió que ya en los años 60 del pasado siglo hubo intentos de aclimatar uvas francesas en la zona (Cabernet Sauvignon). Su finca produce alrededor de 30.000 botellas, de las que el blanco se destina a la exportación. Los restaurantes de la zona consumen en verano los blancos.
Todo lo obtenido en Sancha Pérez es de producción ecológica.
LA ALMAZARA:
Es otra de las actividades de esta finca, de olivos y almazara, y que cuenta con una gran biodiversidad. La variedad producida es la arbequina. El aceite puede comprarse en la tienda de la Bodega, junto con los vinos y otros productos gourmet.