Y con ésta van trece ediciones, cuando se cumplen 25 años de la muerte de Fernando Quiñones. Aún recuerdo comentarios y preocupación sobre su enfermedad, y también sus últimos homenajes. Todos lo tenemos en la memoria de alguna manera, por sus libros, sus programas de flamenco o reportajes, o por su apoyo al cine, y sobre todo por su voz inconfundible. 25 años después, el recuerdo de Fernando Quiñones sigue intacto.
Fue ayer una jornada intensa, con el desayuno, la lectura del manifiesto, el canto del himno y la salida a recorrer las calles de Cádiz, en un sábado lleno de turistas y de público de compras. Lecturas de poesía, crónicas, frases y reflexiones de Fernando Quiñones, que finalizó con las actuaciones de buenos y generosos artistas hasta el atardecer.
Pero me toca comentar la vertiente gastronómica del día. Más allá de los churros (agotados rápidamente) con el café o las infusiones, pudimos probar un excelente arroz con verduras de Conil, solomillo de cerdo ibérico y pollo, buen caldo hecho en casa y sal de salina de San Fernando. Todo ello agotado también en un momento. Al menos pude pillar un bocadillo…
Y ya en las intervenciones, en el llamado “Micrófono abierto”, me tocó presentar algo relacionado con el Congreso Internacional de la Lengua, así que nada mejor que exponer una serie de palabras gastronómicas gaditanas, olvidadas o a punto de olvidarse. Con mi breve charla, quería defender esos vocablos antiguos de Cádiz, relacionados con el pan, con el vino, con el pescado o con las técnicas de cocina o sus ingredientes…, instando al público además a que los empleara en el día a día, promocionando esos vocablos de nuestros padres, que sobrevivieron en la hostelería, en la cocina y en el mercado de abastos.
Aquí van las palabras que nominé en mi intervención:
PALABRAS GASTRONÓMICAS GADITANAS (SELECCIÓN PERSONAL)
Babeta: Tipo de fideo o pasta para sopa de tamaño grande
Bock: vaso de cerveza mayor que la caña.
Bimbai: Vaso grande de vino fuerte.
Costo: comida que el trabajador se lleva hecha para tomarla en el lugar de trabajo.
Chicuco: dueño o empleado de un almacén de ultramarinos, normalmente de origen montañés.
Chícharo: guisante
Chiquita: vaso de cristal para el vino
Cundi: una pieza pequeña de pan tipo bollo, con dos picos en los extremos.
Dobladillo: pequeño bocadillo que contiene, además del pan, caballa en aceite con tomate, y mahonesa.
Esponjao: que contiene mucha agua.
Freidor: freiduría.
Japonesa: pescado parecido a la acedía, pero con más espinas por fuera. (En Huelva se le llama pelúa).
Limeta y media limeta: botellas de vino o manzanilla sin etiqueta, sacado de la bota para la mesa.
M’a hambre que’el perro un ciego: estar hambriento.
Mandaos: la compra de comestibles y artículos para el hogar.
Maritata: pequeño bocado, también baratija. En 2009 se crea como ruta gastronómica La Senda de las Maritatas, con platos del Doce documentados, con vistas a la celebración del Bicentenario. Se organizó hasta 2012.
Manolete: barra de pan que acaba en picos.
Masmarria: sobras de la comida de los barcos mercantes (para los pobres).
Migote: trozo de pan mojado en café o leche.
Pachanga: cierta pieza de pan
Paniza: masa frita que lleva un toque dulce y suave, con harina de garbanzos 100%, o mitad harina de garbanzos y mitad de trigo.
Penalti: vaso grande de vino.
Pescao frito: fritura de pescado (nada de pescaito frito)
Piriñaca: ensaladilla de pimientos, tomates y cebollas, aliñadas con aceite, vinagre y sal.
Romanos: alcauciles de temporada, de color más morado, más redondos y tiernos.
Sobrehúsa: guiso de pescado en salsa, con ajo, cebolla, pimentón y otros.
Tejoleta: porción, tajada pequeña.
Tosantos: fiesta de los mercados, celebrada alrededor del 1 de noviembre en que se exornan los puestos, hay un concurso y es único en España, por emplear para el exorno la misma mercancía expuesta.
Zapatillas: doradas de ración, pescadas en los esteros.