Soy usuaria desde hace treinta años del robot de cocina Thermomix, concretamente ahora tengo el modelo TM-31, previo al TM-5 (que ya es electrónico), y que de momento no tengo intención de adquirir. Uso el aparato para realizar tareas digamos auxiliares de cocina: croquetas, cremas, gazpachos, cocer al vapor, pescado a la sal, etc. , con lo cual demuestro su utilidad en mi día a día culinario.

La semana pasada acudí a unas jornadas de puertas abiertas, en uno de los locales que posee la conocida marca alemana, y que está muy cercano a mi domicilio. El objetivo era muy claro: con motivo de cumplirse los 40 años de vida de Thermomix en España, dar a conocer la nueva máquina TM-6, lógicamente electrónica y adaptada a los nuevos tiempos. Allí estuve.

Los locales de Thermomix –sobre todo los nuevos formatos- son muy luminosos y están dispuestos en torno a las máquinas que comercializan, junto a un mostrador para atender las averías, que envían al taller situado en Córdoba. Por cierto, los modelos antiguos, como la TM-21,  ya no tienen repuestos en el servicio oficial, por lo que hay que buscarse la vida bicheando por internet. Pero bueno, igual pasa con los coches antiguos.

Hay en estos centros salas para reuniones y para demostraciones prácticas de cocina en directo. Creo que todos conocemos cómo se comercializan los robots de Thermomix, que no han dejado de venderse incluso durante la crisis.

La nueva máquina TM-6, que salió al mercado al principio del verano y que ahora comienza a promocionarse, es una continuación del modelo TM-5, solo que viene conectada a la plataforma digital de Thermomix para extraer recetas (la anterior contaba con el cook-key a modo de tutor o guía. Y como mejoras, decir que tiene una capacidad de 2,5 litros, que la temperatura varoma fríe a 160º y que al igual que la TM-5, tampoco hace ruido al funcionar. Creo que esto es lo que más echo de menos en mi robot, su desagradable ruido, que me hace cerrar la ventana y puerta de la cocina para no molestar, sobre todo si lo uso a horas tempranas o tardías.

En fin, solo quería contar que con la ayuda de la monitora que me fue asignada, hicimos en la nueva máquina un arroz vegano, que llevaba un sofrito de ajo, cebolla, pimientos verde y rojo y judías verdes, caldo vegetal, arroz redondo, aceite de oliva virgen extra, cúrcuma (pedí que no se empleara colorante), pimentón dulce, sal y unos garbanzos cocidos para completar las propiedades como arroz vegano. Nunca antes había hecho un arroz en la thermomix ni había probado ninguno.

Escribo esta noticia por mi cuenta y riesgo, es decir, no trabajo para esta firma alemana ni para ninguna marca, más allá de apoyar nuevos inventos para la cocina como este robot, que lleva con nosotros 40 años, y que ahora celebran con orgullo.  Porque ayudarnos, sí que nos ayuda en la cocina.