Ha sido nuestra primera visita a la localidad serrana de Benaocaz (Cádiz), a pesar de tener una cita pendiente con la gran cocinera Angélica Rodríguez, a quien conocimos en su día en el concurso Chef Sierra, y que junto a su marido, Santiago Jiménez, regenta el Restaurante el Refugio de San Antón. 

El Refugio comienza a funcionar en 2004 en la zona de El Parral, trasladándose posteriormente en 2009 a la Plaza de San Antón, al edificio que fue antiguamente la ermita de San Antón, de la que quedan algunos muros y parte del campanario.

Cuenta con zona de recepción y barra, un amplio y coqueto salón comedor y una espaciosa terraza en el exterior en la plaza, con preciosas vistas a la sierra.

Las jornadas “Diálogos Felices”, (Cultura, Gastronomía y Memoria) organizadas en Benaocaz, en las que he participado con Angélica y el investigador Manuel Ruiz Torres, nos han llevado a conocer este pueblo blanco de la Sierra de Cádiz, con una larga historia desde su fundación por los árabes en el año 714. Finalizados los actos programados, nos reunimos el grupo de catorce  participantes en los mismos, para cenar en El Refugio de San Antón, dónde brilla la cocina de nuestra chef.  

La experiencia merece contarse por tratarse de una excelente cocina, que recoge lo mejor de la zona, con técnica para manejar verduras, ensaladas, carnes (también a la brasa), algas y con excelentes salsas tradicionales e innovadoras. Además, elaboran su propio pan de cuatro tipos, para maridar según elaboraciones: 

Los platos a compartir:

Potaje de la abuela de Angélica. Albóndigas de carne con una excelente salsa.

Morenito: se llama así a un pan blando relleno de salsa de queso payoyo.

Ensalada bouquet con queso y miel, riquísima, puro sabor de la Sierra.

Huevos rotos con berenjena, salmorejo y taquitos de jamón. Espectacular, el plato más aplaudido.

Abanico a baja temperatura (pieza del cerdo sobre la paleta), con patata chafada y curry rojo, romero y arrope.

Cabrito merino de la zona, carne certificada, raza en recesión, que Angélica quiere recuperar.

Postre: torrija con pan brioche, inevitable probarlo.

El Refugio cuenta con buenos vinos de la DO Jerez.

Fue una cena elegante que no dejó indiferente a nadie. La cocina funciona con organización y flexibilidad.

Creo que habrá que hacer pronto otra visita a El Refugio y probar otras cosas.