Si me lee esto alguno de mis antiguos compañeros, tal vez les suene el eslogan. Lo utilizaba el departamento de Organización de mi empresa buscando fórmulas de simplificación de los procesos de gestión administrativa en nuestras oficinas. Era un programa en el que participaban voluntariamente los empleados con aportaciones y sugerencias. El ganador recibía un premio en metálico, por cierto. Un modelo participativo de agilizar la burocracia.
Pues este mismo lema lo tomo para explicar la conveniencia de simplificar las tareas en la cocina, a la hora de elaborar nuestros platos. Huyo siempre de lo complicado sobre todo porque tenemos poco tiempo y porque el meternos en demasiados procesos nos puede llevar al hartazgo y entonces comeremos cualquier cosa improvisada.
Pongo algunos ejemplos:
–Los purés de verduras. Los cocineros y cocinillas “cabales” suelen prepararlos con un buen sofrito de verduras. Pero si las hortalizas son frescas y se añaden las especias adecuadas, el puré queda igual de bueno, y nos habremos ahorrado tiempo.
-Las lentejas, en crudo: también aquí prescindo de sofrito. Las preparo como hacía mi madre, poniéndole ajo, cebolla, pimiento y tomate (frito casero) en crudo. El resultado, magnífico.
-Guisos de pescado: en mis numerosos libros de recetas, sobre todo en los más antiguos, estas recetas indican freir el pescado previamente a su guiso. Yo simplemente dispongo el pescado en la salsa o sofrito ya preparado.
-Las albóndigas: durante mucho tiempo las preparaba, aliñaba y freía en aceite, antes de meterlas en su salsa. Pues ahora, una vez formada las bolitas, las introduzco en la salsa muy caliente para que no se deformen, y quedan estupendas. Ahorro tiempo y calorías.
-Pisto de verduras: son muchos los cocineros/as de casa que siguen salteando o friendo cada ingrediente del pisto por separado. Yo los limpio y troceo, y los añado después sobre un buen sofrito (hecho con su tiempo), para que mi pisto se haga sobre sí mismo, sobre su propio jugo, en el que, como ya dije en varias ocasiones, quien manda es el tomate.
Ingredientes de las ensaladas: no soy mucho de pasarme en poner cosas en las ensaladas, porque no me gustan como plato único, salvo ocasiones especiales. Pienso que debe haber un plato principal y que las ensaladas son un mero complemento, pero nada más.
Los revueltos: a todos nos gustan las tortillas, hechas de cualquier ingrediente, pero el revuelto simplifica mucho el plato, una vez salteado el ingrediente y “estrellados los huevos”. Una receta muy de cena que en casa ponemos mucho.
En fin, desde mi labor de cocinera de casa, procuro variar en los menús diarios y optimizar mi tiempo en la cocina.
Se admiten ideas, pero sin premio en metálico.