Tiene solo 102 páginas, una letra pequeña y muy pocos «punto y aparte». Es un libro denso y elocuente, que he leído poco a poco. “Cocinar era una práctica. Transformación digital y cocina” (Ediciones Trea, 2019), es la última entrega de la antropóloga sevillana Isabel González Turmo, que además es el resumen y la conclusión de sus investigaciones a la luz de los tiempos que corren en la cocina y la gastronomía.
Reflexiones de la cocina de ayer, de hoy y de siempre como la actual proliferación de los conocimientos culinarios, el oficio, maquinaria, la impresión 3D y la robótica en la cocina, el papel de la mujer, el producto, el lenguaje y la invención del fuego. Estos temas son algunos de los títulos incluidos en los 8 capítulos de este interesante manual, recomendable para todo aquel que quiera conocer las claves de la cocina con la que hoy convivimos, y la que está por llegar, si no ha llegado ya. Y todo ello referido a la cocina de casa y la profesional. La era digital está revolucionando la forma de cocinar y sobre todo de comer, con sus ritmos, tiempos y dedicación de sus protagonistas.
No obstante, entre tanto análisis de nuevas tecnologías y aplicación de la big data para la investigación sobre gustos, ingredientes, combinaciones de sabores y técnicas, la autora hace una defensa de la cocina honesta, la culinaria doméstica, la que ha guisado y guisa con lo que hay, o lo que gusta, etc. , pero que se legitima con el trabajo y el esfuerzo realizado para dar de comer. A pesar de la llegada de la robótica y de la inteligencia artificial, el arte de la cocina conserva su valor original.
Interesantes reflexiones sobre adónde va la cocina, y sobre el sentido que tiene preparar la comida, antes de que se generalicen la externalización y los llamados «restaurantes fantasma». «Cocinar era una práctica» nos demuestra que estamos asistiendo a una fuerte revolución y un interesante desafío en el mundo de la cocina y la alimentación.
Personalmente, creo que de cada párrafo del libro se podría escribir un artículo.