Tal como estaba previsto, este fin de semana se ha desarrollado la campaña Gran Recogida de Alimentos, que organiza en toda España la Federación de Bancos de Alimentos. Con tal motivo, se han movilizado miles de voluntarios de todas las edades, que a pie de supermercados han atendido y facilitado las donaciones de productos de alimentación no perecederos. En la operación han participado la práctica totalidad de los supermercados españoles.
En la provincia de Sevilla, según primeras estimaciones, se han recogido casi 700.000 kilos, un 3% menos que el pasado año. Han participado 433 tiendas. Y han colaborado 4.900 voluntarios en la Gran Recogida. Posteriormente, serán 2.000 los que realizarán tareas de clasificación.
Varios años llevamos mi marido y yo colaborando en esta campaña, cuyo desarrollo nos sirve sin duda como observatorio social y costumbrista a pequeña escala. Y por ello indico algunas reflexiones relacionadas con esta Gran Recogida.
- Partimos de la hipótesis de que pasó la gran crisis que comenzó en España allá por 2008 más o menos, y que las cosas van volviendo a la “normalidad económica”, poco a poco.
- Los clientes, donantes de alimentos en los supermercados hacen su aportación como algo necesario, dentro de su filosofía de compromiso social. Es decir, saben que aún existen familias que necesitan estos alimentos para completar su subsistencia mensual.
- La predisposición y comentarios de los donantes no tiene ya el factor emocional que protagonizó las recogidas de alimentos realizadas al principio de la crisis. En aquellos tiempos muchos de ellos se sentían afectados directa o indirectamente en sus propias familias.
- Aunque en general son adecuadas las donaciones, hay algunas personas que no tienen una idea clara sobre la idoneidad de los alimentos a donar, y a veces entregan productos superfluos o incluso demasiado procesados, que no deberían llegar a las familias necesitadas.
- A destacar, la gran colaboración de los supermercados (aunque interesada, por supuesto). Ellos venden un 20-30% más a coste cero.
- Y otro factor, la excelente relación de amistad de clientes y empleados del supermercado del barrio. Creo que es algo positivo.
- Gran trabajo –profesional, eficaz y transparente- el de los Bancos de Alimentos de España. Con su gestión, se están ganando el prestigio y el respeto de la sociedad. Y de paso, agradecer a nuestros amigos y familiares que han colaborado gustosamente en la operación en nuestro equipo. Han sido fundamentales.
- Y por último, seguimos pensando que el hecho de realizar estas campañas anuales (que cubren solo un mes de las necesidades reales), no dejan de ser un síntoma del fracaso social y político más estrepitoso. Desigualdades sociales, pobreza crónica y bajos salarios, incluso falta de formación y de organización doméstica. Necesidades que en un pais como el nuestro deberían ser prioritarias.
Solo me queda confiar en que bajen las necesidades básicas de tantas personas (más de un millón) que se ven obligadas a solicitar alimentos para llevar a casa y comer decentemente. Eso espero. Mientras tanto, seguiremos colaborando.