Ayer domingo fue el gran día de la Fiesta de la Urta en la gaditana Villa de Rota, noche en la que tocó competir por las mejores preparaciones de urta a la roteña, que ahora cumple 50 años. Allí nos encontramos con el resto de miembros del jurado: dos hosteleros locales (Antonio Casanova y Manolo Gines), un comunicador gastronómico (Pepe Oneto), una bloguera (nuestra querida amiga Pilar Ruiz), junto a la delegada de Fiestas (Laura Almisas). También se unió al grupo el alcalde de Rota, José Javier Ruiz Arana.

Precioso salón con mesa redonda nos prepararon en las estancias rehabilitadas del antiguo convento de La Merced, hoy convertida en Delegación de Turismo del Ayuntamiento de Rota, anexas a su torre.

EL CONCURSO:  

Los miembros del jurado tuvimos acceso previo a las bases del concurso, que informaban de dos modalidades, -profesional y amateur-. Solo los primeros podrían acceder al premio a la mejor presentación de su plato a criterio del jurado.  

Recepción y presentación pública de las urtas ya preparadas:

En medio de la Plaza de la Merced –a rebosar- se dispuso una larga mesa para acoger las tarteras de barro o cerámica con las urtas preparadas a la roteña por los concursantes profesionales y aficionados. Aquí se buscaba la creatividad de la presentación del plato de profesionales, junto a otros elementos decorativos.

Degustación y valoración del jurado:

Una vez hecho el recorrido y las fotos correspondientes, nos recluimos en la sala de la Torre para deliberar en privado.

Y a continuación, comenzaron a llegar emplatadas las urtas roteñas del concurso, que este año ha disminuido en participantes (4 profesionales y 2 amateurs).

De este modo, fuimos valorando cada plato según diferentes factores hasta alcanzar un consenso para elegir los mejores de cada modalidad.

Lectura del acta de los ganadores y entrega de premios:

En el escenario instalado en la Plaza se leyó el acta del concurso, nombrándose a los ganadores. El alcalde entregó personalmente el premio a cada uno (profesional y amateur), con el sobre del dinero efectivo de cada ganador y su diploma correspondiente. Hay que tener en cuenta que cada participante en el concurso recibe una subvención del Ayuntamiento de 100 euros.

Profesionales, 1º premio: Isidoro García Harana. 300 euros y diploma. 2º Premio Esaúl Martín-Niño Martín-Bejarano. 200 euros y diploma. El mismo se llevó el premio a la mejor presentación. Y 3º premio Manuel Laynez Acuña.

Amateur, 1º premio para Sergio Laynez Béjar (300 euros), y 2º premio para Anabel Ramos Rubial (200 euros).

Fin del acto: Consistió en la entrevista que nos hicieron a todos los miembros del jurado para la televisión local. Mientras tanto, el público disfrutaba de la degustación de todas las urtas preparadas para el concurso, cada una de las cuales pesaba un mínimo de 3 kg.

COMENTARIOS: hago hincapié en la localidad de origen del plato, porque son muchos los restaurantes que durante años han estado ofreciendo en carta un pescado de roca elaborado “a la roteña”, es decir, que esta espectacular receta traspasó fronteras hace mucho tiempo.

Independientemente de ello, el jurado se obliga a comprobar que el pescado presentado es efectivamente urta y no otro pescado de roca.

En la valoración de estos platos, se visualizan detalles previos como el aspecto de la salsa y el sofrito (bien o mal insertados), el picado de las hortalizas y la existencia de espinas, o la disposición de las presas. Luego, el sabor de la urta habla de su punto de cocción, ya que la carne puede quedar algo seca si estuvo excesivo tiempo en el horno.

Quisiera agradecer a la delegación de Fiestas del Ayuntamiento de Rota, la oportunidad de degustar y valorar este plato que tanto me atrae, y que he tenido oportunidad de probar en muchas ocasiones, y no siempre con buena impresión. Pescado, verduras y grasas son los protagonistas.

Por otro lado, insistir en la necesidad de que se siga organizando el concurso, para lo que es preciso contar con cocineros –profesionales y aficionados- que se atrevan a preparar urta roteña, receta icónica del pescado y las hortalizas de Rota. Algo tan bueno que nunca debe perderse y aquí me permito sugerir el apoyo y la intervención de la Escuela de Hostelería de Rota, dando pautas y asesoramiento.