Así empezaba la carta: “Don Manuel Pérez VII, por la gracia de Dios y la Constitución del Arteserrano gaditano, Rey de las Tapas, y en honor y dedicación a la clientela del reino, nombrada por las Cortes generales y extraordinarias, a todos los que las presentes vieren y entendieren, sabed: que las mismas Cortes han decretado y sancionado lo siguiente: Título I: de los entrantes fríos y de sus fríos aliños. Artículo I: la Nación Española es la reunión del jamón y huevo picado en su salmorejo serrano. Artículo II: El gazpacho de Arteserrano es libre e independiente….” Y así hasta el título XXII. Manuel Pérez es el gerente del negocio.

Uno de los restaurantes más grandes de la ciudad, el Arteserrano, en pleno Paseo Marítimo de Cádiz, acaba de ambientarse como si fuera una taberna de 1812, con objeto de conmemorar el Bicentenario de las Cortes de Cádiz. Ya en la amplia terraza de la entrada nos recibe una réplica de un cañón y un trozo de muralla. Y en el centro del local una reproducción de la escultura que representa a España en el monumento de Las Cortes. Camareros y camareras van ataviados como auténticos taberneros de la época doceañista. Los mantelitos colocados sobre las mesas también reproducen artículos de aquella Constitución con platos de la época, a modo de carta constitucional, junto a una decoración de paredes de piedra ostionera, torres miradores y toneles repartidos por el local.

El Restaurante Arteserrano tiene intención de mantener la decoración doceañista en el local durante todo el año 2012. Además, los viernes por la noche ofrece actuaciones relacionadas de alguna manera con la Constitución de Cádiz. Por ejemplo, el grupo de animación De Ida y Vuelta, con pequeñas obras de teatro, o la orquesta Caballati (tengo su disco), entre otros.

Y por supuesto, hay una carta especial preparada para la ocasión, en formato pergamino, con recetas adaptadas de libros de gastronomía del siglo XIX. El menú que tomamos hace dos viernes en Arteserrano contenía: salpicón de cebolla y caballa (muy abundante), berenjenas rellenas gratinadas, (muy ricas), empanada de verduras, cazón en sobrehúsa (zampalopresto), y fiambre de pavo en Fricasea. El postre: yemas de huevo en caramelo. El tinto en jarra de barro, como es lógico. Todo ello  nos costó 20 euros por persona.

Y la actuación, a cargo de la chirigota femenina “Las liberales del 3×4=12”. Ataviadas con trajes de tela de cortinas puestas hacia abajo, con sobrefalda de visillos, llevaban en la cabeza cartuchos de dinamita a modo de rulos para los tirabuzones (con las bombas que tiran….). Las liberales del 3×4=12 se autodefinen chirigota socioeducativa. «Este año con la crisis, con el paro y con tres niños, no te preocupes por ná, que el doce hace el cariño….»

La chirigota nos hizo pasar un buen rato, estas chicas son muy buenas, y hay que decir que la atención de los taberneros fue excelente. El tematizar el local ha sido una buenísima idea. Todos hemos sentido curiosidad por entrar en el restaurante, ver la decoración y probar esta carta constitucional. Iniciativas como ésta, que suponen un gran esfuerzo para el restaurador,  incentivan las celebraciones del Bicentenario gaditano.