Es una receta más o menos fiel a la que aparece en el libro “Dehesas de Sierra Morena”, de Cesáreo Hernández Monjo en 2007. La berenjena es una verdura muy presente siempre en nuestra cocina (pistos, revueltos, rellenos, etc). Por cierto, acabo de leer que su precio –desde el campo al mercado- se multiplica por 6. Cosas del descontrol de la distribución de los costes o simplemente de la inflación, como si ésta tuviera la culpa de todo.
Ingredientes para 4 personas: 2 berenjenas medianas, 1 manojo de espinacas o una bolsa de 400 g frescas, 3-4 yemas de huevo, migas de pan (media rodaja, opcional), 1 cebolla pequeña, 2-3 ajetes, 1 vasito de tomate frito casero, 30 g de queso curado para rallar, aceite de oliva virgen extra, sal y orégano.
Cortar las berenjenas por la mitad, a lo largo. Hacer rayitas en cada una con la ayuda de un cuchillo afilado. Calentar el horno e introducirlas durante unos 10-12 minutos a 180º. Dejarlas enfriar un poco. Rallar el queso y reservar.
En una cazuela con poco aceite saltear las espinacas hasta que se reduzcan, (si ya vienen preparadas, o previa limpieza y corte si son frescas). Reservar.
Trocear los ajetes y la cebolla, picar las migas de pan, y extraer la pulpa de las berenjenas. En la misma cazuela anterior poner todo a pochar poco a poco con las yemas de los huevos y un poco de sal. Hacer una mezcla.
Rellenar los huecos de las berenjenas con la mezcla anterior, añadir el tomate frito por encima y por último el queso rallado y el orégano.
Adornar la fuente con las espinacas sobrantes. Introducir la fuente en el horno caliente en modo grill, durante unos 10 minutos a fuego fuerte.
Servir.
La receta puede llevar una salsa bechamel, si bien no la pusimos por aligerarla un poco más. Es un primer plato de verduras muy atractivo,