La sede de la Fundación Valentín de Madariaga ha acogido hoy una presentación literario-gastronómica muy especial. Un libro breve pero no pequeño bajo el título “Recetario Sevillano”, un inepto en la cocina, de Ricardo Arjona (Editorial Maratania).
La obra dedica un poema a las recetas más famosas de la gastronomía sevillana, con un capítulo final de sobremesa en el que intervienen con sus versos y textos una serie de prestigiosos amigos.
“Recetario Sevillano” es un poemario con metáforas, es jocoso, bromista, al estilo del autor, en lo que supone un paseo por la memoria.
Uno de los intervinientes en el acto, Julio Moreno Ventas, presidente de la Academia Sevillana de Gastronomía y Turismo, se refirió a una serie de autores que hicieron poesía gastronómica, incluyendo algún alimento en sus citas de más éxito. En Recetario Sevillano, ocurre al revés; las recetas se hacen poesía, con un recorrido por los bares emblemáticos de Sevilla. Baltasar Alcázar, Gabriela Mistral, Pablo Neruda, Miguel Hernández y Borges, entre otros, han dedicado versos a la gastronomía. Y de ellos surge la frase de que más que la abundancia de alimentos, lo más importante es la reunión de amigos en la sobremesa, que, en palabras de la antropóloga Isabel González Turmo, allí presente, es “el arte de ser deliciosamente ineficaz”.
El autor, Ricardo Arjona, indicó que el libro surgió por puras ganas de escribir y también porque las “musas”, caprichosas ellas, le fueron a visitar. Previamente, en aquella ocasión, surgió un verso hecho a una salsa. Entonces decidió escribir además sobre los dulces de los conventos de Sevilla, concretamente a una torrija, y así sucesivamente, a diferentes platos. Para Arjona, el libro ha sido una gran experiencia, y piensa continuar con su literatura.
Los versos de Ricardo Arjona para este libro llevan diferentes métricas, están llenos de ingenio y emoción, demostrando lo sentimental del autor, al tratar los sitios o bares en dónde encontrar estos platos y tapas (Desde Triana hasta San Bernardo). Todo ello en clave de humor, de sátira y de elegancia, humor fino en suma.
Varios de los participantes recitaron poemas del libro, con la entonación propia de nuestro barroco, algo muy original.
El acto finalizó con una tertulia a modo de sobremesa, con los participantes del último capítulo del libro, y un final musical con flauta y clarinete, en un popurrí de temas clásicos relacionados con los nombres de los bares y los barrios en dónde se sitúan los distintos platos.
Un acto divertido y original entre amigos, amantes de la gastronomía y la poesía. Y una obra más para nuestra biblioteca de gastronomía sevillana.