No estoy segura de quien rompió tendencia, tal vez fue La Cigüeña hace años o La Bodeguita recientemente, pero tras años de decadencia en relación a lo que fue en la segunda mitad del siglo XX, la calle Plocia (antigua calle del Boquete) triunfa como un hervidero de éxito para la hostelería. En ella hay de todo, para todas las horas y para todos los gustos. Su céntrica ubicación es ideal para el visitante.

En el número 7, hace pocos meses que ha renovado su carta y su orientación El Arco de Plocia, un gastrobar gestionado en la cocina por José Antonio Iglesias y regentado por la misma propiedad de La Bodeguita de Plocia. Iglesias tiene formación y amplia experiencia en gastrobares solventes en la provincia de Cádiz como El Espejo o De Javier.

El local –más bien alargado- presenta una eficiente distribución, con barra, contrabarra en pared, varias mesas altas y una terraza exterior, junto a una buena iluminación interior, con la separación de la bóveda de piedra ostionera propia de estos locales antiguos de Cádiz.

La carta de El Arco de Plocia no es demasiado amplia, si bien está estructurada en tapas, raciones de pescado y carne, postres, y por último algunos platos fuera de carta, especialidades del cocinero.

Una riquísima ensaladilla de gambones con lechuga de mar gaditana, una refrescante ensalada de pollo, jamón y gazpacho, unas excelentes croquetas (en esta ocasión de gambas al ajillo), unas sabrosas albóndigas de pescado de roca en salsa de puerros y piñones, una jugosa cola de toro sobre papas aliñás (fuera de carta), y de postre un bizcocho de chocolate blanco y cítricos (de diez), conformaron nuestro menú, con algunos platos adaptados para compartir dos personas.

El Arco de Plocia tiene con José Antonio Iglesias un estilo de tapeo eficaz, que emplea productos locales y de temporada de Cádiz, con un cierto toque personal de este experimentado cocinero. El servicio es amable y rápido, y buena la relación calidad precio.

Por su interés, se puede convertir en el lugar de encuentro del tapeo semanal.