potaje de garbanzos de VillamartínLos garbanzos son las legumbres que ya forman parte de la plantilla fija (antes de la Reforma Laboral, claro)  en casa, junto con las lentejas, es decir, que se ponen todas las semanas. Como hay que variar un poco, se me ocurrió elaborar este potaje que encontré en el libro “Cocina Tradicional de Villamartín”, y que compré durante la cata de quesos de la sierra de Cádiz del pasado mes de abril. Está escrito por cinco maestros pertenecientes a centros escolares de Villamartín, y en él se describen historia y costumbres de la localidad gaditana. En 1998 fue la primera edición del libro y en septiembre de 2015 la tercera y última.

En esta receta, los garbanzos son los grandes protagonistas, junto a verduras de segundo orden (por llamarlas de alguna manera), pero sí llama la atención el aroma de los clavos, tal vez la especia más empleada en Villamartín (Cádiz). La curiosidad es que se elabora todo en crudo y en agua fría (los garbanzos se guisan empezando en agua caliente), previo salado de los garbanzos para acelerar su reblandecimiento.

Ingredientes: 250 gramos de garbanzos, 1 cucharón de aceite de oliva virgen extra, 1 cabeza de ajos, 1 cebolla mediana, 1 pimiento rojo de asar pequeño, 1 patata mediana, 1 tomate maduro grande, 2 hojas de laurel, perejil picado, un poco de pimienta negra, cominos y clavo molido y sal.

Cocina de VillamartínLo primer es remojar los garbanzos la noche anterior. A la mañana siguiente tiramos el agua y les añadimos sal, removemos y dejamos así unos 15 minutos. Luego los enjuagamos y escurrimos. Según dice el libro: “mal se cuece olla que no se remece”.

Ponemos todos los ingredientes en una olla con agua fría y dejamos hacer a fuego lento hasta que los garbanzos estén tiernos. Corregimos de sal.

Un potaje muy económico y que lleva la esencia de las mejores legumbres.