Dicen los observadores internautas que como hay tantísima información en internet, la gente lee mucho pero no se entera de nada. De los tomates se ha hablado, se habla y se sigue hablando, porque además tenemos una provincia que los apoya y revaloriza: Almería. Como el tomate frito envasado se puede encontrar en todos los supermercados del mundo mundial, nosotros vamos a decir por qué deberíamos hacer nuestro propio tomate frito en casa. A lo mejor, hasta te convencemos:
Una.- Los tomates frescos están disponibles prácticamente todo el año, por lo que en nuestro frutero o super habitual podremos encontrarlos a un precio más que razonable.
Dos.- Freir tomates es una elaboración que tarda en el fuego alrededor de media hora, si bien a nuestro cargo (es decir, como trabajo real), tenemos que elaborar antes un pequeño sofrito (diez minutos), trocear los tomates, y luego, al final, pasarlos por el pasapurés. Como mucho, veinte minutos. Poca cosa.
Tres.- Una vez frito y pasado, lo distribuiremos en pequeños envases, fiambreras o tarros de cristal y los congelamos. De este modo, estará disponible para arroces, potajes de legumbres, pasteles de pescado o carne, o, simplemente para añadirlo como salsa al arroz cocido. Una delicia en nuestro congelador a nuestro alcance.
Cuatro.- Por lo más importante, porque no lleva nada raro; ni aditivos, colorantes, conservantes, ni una pizca de azúcar, cosa que sí llevan los tomates fritos envasados. Y le habremos puesto el mejor aceite de oliva virgen extra.
Cinco.- Por no obedecer las pautas de la industria alimentaria, que no para de fabricar productos procesados como el tomate frito, con gran proporción de azúcar, con lo dañino que es para la salud.
¿Quieres más razones?. Freir tomate con un poco de cariño es un placer, no olvides el aroma que desprende su elaboración en el perol, que alegrará tu cocina y tu casa.
Aquí va nuestra receta habitual, pero hay muchas otras. Cada uno tiene la suya.