Dos veces en semanaBueno, ésa es mi opinión. Por supuesto se admiten aportaciones. Pero pienso que con una no es suficiente para satisfacer la demanda interna mínima de una pareja en casa. También estoy en que el tamaño sí importa, que un buen calibre aumenta el valor de las cosas y hermosea la vista, que a veces uno ve piezas mediocres y se lleva una seria decepción. Por supuesto, se trata de consumir o consumar lo antes posible, porque luego viene el inevitable deterioro y eso no hay quien lo frene, y cualquiera se lo lleva a la boca en esas condiciones.

La primera de la semana suele ser con mi proveedor habitual, que ya conoce mis gustos y preferencias y no es necesario darle muchas indicaciones. Y la segunda, la dejo para el comienzo del fin de semana, con más tranquilidad, más relax, comiendo más con la vista, que es el mejor modo de disfrutar de estas cosas. Y no olvidar que la frescura y la higiene es fundamental, por eso antes de comerla es necesario un buen chorro de agua fría.

Una normativa europea impone el “Cinco al día”, y en ello estoy y lo aconsejo a todo el mundo. Pero por lo que me cuentan, la mayoría del pueblo no sigue esta advertencia, porque lo ve excesivo. Peor para ellos. Eso sí, en casa hay que tener un buen acomodo, la facilidad de colocar bien, uno encima de otro, pero con cierta delicadeza. Es necesario adaptarse a un buen ritmo vital, y con dos veces a la semana estarán satisfechos nuestros apetitos.

Insisto: dos compras a la semana, eso es lo ideal, dos compras de frutas y verduras (claro, ¿qué estaban pensando?), de tal modo que podamos consumirlas en su mejor momento y en su mejor estado, con el más rico sabor.

Dos compras –mejor con la lista hecha- , dos veces a la semana de frutas y verduras, permite cumplir con las necesidades vitales de nuestro cuerpo en vitaminas, y con los deseos básicos de nuestro espíritu en carne.

Nada produce más placer, satisfacción, sentido de complemento, que contar en casa siempre con frutas y verduras, siempre algo en la nevera, siempre de guardia, siempre dispuestas para entrar en acción, en la mesa, en el plato, crudos o cocinados. Por ello, las dos compras semanales son acciones preventivas para que nuestra despensa frutera y verdulera no caiga en falta.

Y que no falten.