La Casapuerta Eugenio BelgranoAntes de ayer tuvo lugar otra edición de los Jueves de La Casapuerta, con la intervención del espeleólogo gaditano Eugenio Belgrano, un intrépido emprendedor al que todos admiramos. A pesar de su juventud, lleva varios años estudiando el subsuelo de Cádiz, el gran desconocido, un patrimonio escondido con kilómetros de pasadizos, túneles, pozos y bóvedas, que pueden hablarnos del pasado de la ciudad. Recordamos que La Casapuerta es un pequeño establecimiento hostelero situado en la gaditana calle Sagasta que acoge actos culturales.

En su ponencia, fue citando los proyectos más relevantes en los que ha intervenido e investigado con su empresa Cuevas de María Mocos .

ACUEDUCTO CÁDIZ-TEMPUL (Jerez): Gades (entonces segunda ciudad del imperio romano, con 60.000 habitantes), se distribuía en dos islas (Eritheia y Kotinoussa). Para las aguas residuales, se establecen unas complejas comunicaciones subterráneas, incluyendo un sistema de 7 grandes aljibes receptores de aguas pluviales, y que ya funcionaban en la época fenicia (Gadir). El gran acueducto romano medía 84 km, el 2º mayor del imperio, y llegaba hasta la actual Comisaría de Policía, en la Avenida de Andalucía.

Según Belgrano, es difícil datar los restos encontrados de estas conducciones, pues se han reutilizado a lo largo de la historia.

BALUARTES Y MURALLAS: En tiempos de Alfonso X Cádiz contaba con 2.000 habitantes, pescadores en su mayoría. En 1843, el historiador Nicolás de Enrile habla de las mazmorras subterráneas de la ciudad.

En el siglo XV, tras los asedios y destrucción de la ciudad en 1596, se decide su reconstrucción con un sistema de murallas, convirtiendo a Cádiz en una plaza inexpugnable para defender la línea de costa, con un sistema de glacis desde las Puertas de Tierra hasta dónde hoy se sitúa la Subdelegación del Gobierno.

CONTRAMINAS: para impedir al enemigo excavar bajo las murallas, se construye durante el asedio francés, un sistema de contraminas cargadas de pólvora para responder, con pozos al final de las galerías, si bien no se llegó a utilizar.

CUEVAS DE MARIA MOCOS: supuestamente el nombre viene de una hechicera o tal vez de una granja de pavos, según indicaba el historiador Adolfo Vila Valencia. Define un sistema de construcciones subterráneas en Cádiz con varios kilómetros de extensión.

EEn busca del pozo de LJ.L POZO DE LA JARA: en un acta capitular de 1731, se cita una callejuela sin salida (actual calle Junquera, en el siglo XV calle de la Noria). Allí Eugenio Belgrano localizó el famoso Pozo de la Jara, con una estructura rectangular para la noria. Suministraba agua dulce de gran calidad y durabilidad, que tras su consumo en los barcos hacia el nuevo mundo, se vendía su sobrante como agua medicinal. Belgrano publicó un libro sobre el proceso del hallazgo (ver historiador Horozco).

CASTILLO DE SANCTI PETRI, en Chiclana. Se ha hecho un gran trabajo de investigación documental. Allí estuvo Julio César. De 1733 se conserva un documento que describe una gran bajamar alrededor del castillo, que dejó al descubierto estatuas de bronce, que luego se presume fueron expoliadas.

CUEVAS DEL BEATERIO: en la calle Valverde, Cádiz. Son el único resto del beaterio existente desde 1633, de la Orden Tercera de San Francisco. Aún tenían escombros de la explosión de 1947. Indicios de signos masónicos. Hoy pueden visitarse previa reserva de grupos.

IGLESIA DE SAN LORENZO: citó especialmente la momia de una niña de 7-8 que apareció durante unas obras en voladizos en los techos, y actualmente en el Museo. Se estudiará la tumba del obispo fundador de la iglesia, Lorenzo Armengual, y el regreso de la momia infantil.

LA CALETA: camino al castillo de San Sebastián, se estudian tres bocas que llevan a un túnel, desde el arroyo del Salado, Torre Tavira con Benjumea y El Balón, siglo XVI, entonces Canal Bahía-Caleta. El barrio de El Balón es el que cuenta con más subterráneos. Se habla de existencia de “fantasmas” en el subsuelo, siendo en realidad el ruido de los contrabandistas que lo habitaban.

OTROS: Belgrano citó también otros proyectos en los que está trabajando en localidades de Algeciras, Carmona o Huelva, así como la realización de documentales para canales extranjeros.

Cádiz ha sido gravemente expoliada y su valioso patrimonio está repartido por diferentes ciudades.

También subrayó la importancia de adoptar monumentos por la iniciativa privada. Belgrano definió su trabajo como espeleología urbana, una nueva disciplina que será estudiada como máster en una universidad americana.

La charla apasionada de Eugenio Belgrano sobre sus trabajos e investigaciones sirvió sin duda, para que todos comencemos a valorar el patrimonio soterrado de esta ciudad, como cultura y como oportunidad de negocio.