Ya no me acuerdo en dónde encontré esta receta de pechuga de pollo, que también puede hacerse con pavo. He hecho algunas modificaciones, y la verdad es que hemos quedado muy satisfechos en casa. Es suave, rica y fácil de hacer. Digamos que la salsa es muy equilibrada.
Ingredientes para cuatro personas: 600 g de pechugas de pollo (mejor de corral), ½ cebolla morada, 1 ajito, 120 ml. de cerveza (yo utilicé la cerveza artesana Piñonera, de Puerto Real, que nos gusta mucho), 1 cucharada sopera de crema balsámica al vinagre de Jerez, una cucharadita de mostaza, una cucharada sopera de miel, un poco de cilantro picado, pimienta y sal.
Las pechugas de pollo se limpian de grasa, se trocean y se salpimientan, marcándolas en una sartén con aceite unos diez minutos a fuego suave-fuerte. Se retiran escurridas y reservan.
Se corta en juliana la cebolla y el ajo en láminas, y se pochan unos minutos en la salsa que ha quedado del pollo. Mientras, vamos haciendo una salsa con la cerveza, la crema balsámica, la mostaza y la miel, mezclándolo todo muy bien, y añadiéndola al jugo anterior en cuanto veamos que la cebolla está blanda. Ponemos también la sal y el cilantro picado y dejamos hasta que la salsa se vaya reduciendo y parezca almíbar. Serán necesarios unos 15-20 minutos.
Añadir el pollo y dejar en la salsa unos dos-tres minutos, dándole algunas vueltas.
Servir. Está muy rica.
Nota: al echar la cerveza en la mezcla, hay que esperar que la espuma baje un poco.
Creo que es importante la calidad de la cerveza para esta receta, como todo.
