Hay que aprovechar la juventud para proyectos donde la ilusión sea protagonista, donde el tiempo no tenga apartados, donde la aventura tenga un fondo humano, donde podamos cambiar nuestra rutina de país “salvajemente desarrollado” por otros ambientes distintos para ayudar a los que caminan a otras velocidades, porque sus calles ni siquiera están asfaltadas. Eso es lo que viene a ocurrir en un país como Etiopía, uno de los más pobres de África. En su capital, Addis-Abeba están Marta y Pili, sevillanas, licenciadas en Medio Ambiente, como cooperantes de verano en un orfanato regido por las Religiosas de Teresa de Calcuta. Sus vivencias junto a los niños y niñas allí acogidos –mucho más acogedores de lo que pensábamos- se cuentan en este blog, que está siendo muy visitado a tenor de las estadísticas, y que se alimenta del mismo servidor de Comeencasa. Por su temática y alegría de vivir, es un honor tenerlo en este dominio.

Casi dos semanas llevan Marta y Pili en Etiopía. Pero gracias al blog, estamos al tanto de lo que es vivir en África, jugar con niños etíopes y compartir comida y techo. Pinchando aquí viviréis durante unos minutos con ellas. Etiopía no está tan lejos….

“Llegamos muertos de hambre, nos enseñó la zona, y antes de dormir ceremonia del café y comida tradicional: Injera con huevo, verduras y carne, acompañado de pan de platanera (falsas bananas). Todo ecológico, nos encantó. El café impresionante, pero aquí tienen la costumbre de añadirle una cucharada de mantequilla en este caso de su propia vaca, que lo vuelve mas dulce, como aceitoso, y el sabor cambia por completo. Ah! por si la mantequilla fuera poco, resulta que también les gusta echar sal en lugar de azúcar. De este tipo de café también nos dieron a probar, y mira que nos dicen que es de mala educación no terminarse la comida… pero ¡por dios! ¡Estaba malísimo! Así que nada, no pudimos ni con una taza para todos.”