El ya romántico y clásico puente Carranza de Cádiz desemboca –al menos de momento por obras- en vías sinuosas con rayas, con estrechas desviaciones y señalizaciones provisionales. La tarde del viernes 8 de junio venía con poniente y eché de menos la rebequita. En la villa de Puerto Real, en el jardín de la Casa de la Juventud, nuestra amiga Charo Troncoso, poeta, periodista y bloguera (además de profesora y madre) presentaba su último libro de poemas: El eje imaginario.

La autora había preparado el ambiente con música, flores, su familia, su hija de 1 año también, y un presentador de lujo: Juan José Téllez. Y por la sección gastronómica, una copita de manzanilla San León fresquita con el sushi gaditano de Gadisushi. El acto sirvió para clausurar el ciclo de encuentros con la literatura que coordina Troncoso. El concejal de Cultura de Puerto Real también estuvo en la mesa, cerrando el acto la alcaldesa Maribel Peinado.

Téllez, el presentador, habló de espejo y espejismo en la poesía de siempre, de acción de energía, de cuartel de invierno. El Eje Imaginario es ese cuartel. El libro tiene tres partes: fin, ráfaga de luz y principio, que tratan del placer, de la muerte y de la fragilidad del ser humano, del dolor de lo que brota para transformar….

A Rosario Troncoso le preocupa su oficio, el nombre de las cosas. Es coleccionista de recuerdos, el eje la atraviesa: denuncia social, quejas. En su libro recorre la tierra, los árboles, el teatro, el amor, el desorden interior, el infierno, los pájaros; su último poema lee el recordatorio pegado a la nevera de su cocina.

Poesía recitada por la autora, la interpretación de una magnífica soprano (Carmen Ramos), el guitarrista Santi González -del grupo Bajos Fondos- y un poema del libro presentado traducido al alemán. Escuchando a Charo dan ganas de escribir poesía, porque sus versos se hacen tuyos.

La manzanilla y el sushi (sin palillos, porque sigo sin aprender) de salmón, de atún, comidos de un solo bocado, nos devolvieron a la realidad de la comida nuestra de cada dia, que igual que la poesía, se vive intensa y apasionadamente.

Post it

Te dejo aquí las llaves de mi vida

Y pan con chocolate

No llegues tarde, me asusta tu ausencia.

Caliéntame un poco de leche, amor

Prepárame la cama.

Recuérdame y trae fresas.

En la nevera hay algún beso de ayer.

Volveré pronto. Enciende todas las luces.

En su blog, El ático de los gatos, podéis encontrar más información sobre la escritora.