La sede de la Fundación Valentín de Madariaga, en Sevilla, acogió el pasado dia 5 de junio la presentación de la novela “El pintor de mujeres sin rostro”, escrita por Enrique Becerra, famoso empresario hostelero y escritor sevillano. La organización del acto corrió a cargo de la Asociación Gastronómica y Literaria Apoloybaco. Becerra, restaurador desde hace 40 años como herencia de su padre, es la quinta generación en el negocio. Estuvieron presentes el gerente de la Fundación, Luis García de Tejada, así como Ramón Well (sección enología) y Luis Miguel León (sección literatura), ambos de la Asociación Apoloybaco.

El autor, con tres libros publicados de temática gastronómica, hizo algunas reflexiones sobre esta su segunda novela (la primera la abandonó), en la que los personajes cobran todo el protagonismo frente al autor. Por ello ha escogido escenario, personajes y trama para que todo sea creíble. Enrique Becerra vive de su negocio y por ello no puede dedicarle demasiado tiempo a la literatura.

Su novela se desarrolla en dos escenarios: una actual residencia de ancianos, y 40 años atrás, en la infancia del protagonista, hijo de madre soltera. Los personajes van cobrando vida y se desarrollan con dos lenguajes diferentes. Reconoce que a veces se encontró en “sequía narrativa”, dificultad que hace humilde al escritor. De hecho tuvo pánico al escribir y llegó a sentir odio por los personajes, obsesionándose con ellos. Subraya que no se puede ser un buen escritor sin ser un buen lector. Dejando la imaginación libre, las ideas, las personas y las frases vienen a la mente.

Aunque admite que en su libro todo está marcado por el destino, somos capaces de ir a favor o en contra de él. El protagonista, sevillano, nació en la calle Sol, en el barrio de San Román, lugar fronterizo de clases sociales, en un antiguo corralón. El autor ha procurado plasmar un lenguaje asequible a personas que no viven en Sevilla, si bien hay algunos términos autóctonos. Cada personaje ha de ser creíble, tener su propio lenguaje y de eso se aprende mucho en la barra de la hostelería. La novela transcurre en los ambientes de las tabernas sevillanas.

La portada de “El pintor de mujeres sin rostro” es una fotografía de la Bodeguita Morales. En ella existe una foto de Catherine Deneuve en el establecimiento, con ocasión de una visita a Sevilla hace 30 años. Becerra recordó que hay muchas novelas ambientadas en Sevilla.

Por último, Enrique Becerra expresó su intención de escribir una novela relacionada con los años 70 y la transición española en Sevilla, pues tiene muchas vivencias y recuerdos de aquella época.

Como viene siendo habitual, los actos organizados por ApoloyBaco, acaban en vino, en este caso un tinto de Bodegas Rioja Vega, el Rioja Vega Garnacha y Graciano, de color rojo cereza con brillo y capa media. No lleva uva tempranillo sino garnacha y graciano al 50%. No es el típico Rioja, tiene más cuerpo, con aromas intensos de fresas y frambuesas; 6 meses en barrica americana. Este vino tiene gran personalidad. Nos gustó.