El martes pasado dia 28 a las 13 horas en punto tuvo lugar el tradicional izado de la bandera autonómica en Cádiz, con motivo del Dia de Andalucía. Se escogió para ello la plaza de la Catedral, a los pies del monumento al obispo Silos Moreno (1824-1853). El izado lo realizaron las diosas infantil y adulta del carnaval 2012, a los sones del himno de Andalucía, interpretado por la Asociación Filarmónica “Ciudad de Conil”, en el que una vez más la gente no supo estar callada. El acto contó con las autoridades provinciales, locales y militares, que ocuparon sus asientos en este rincón tan gaditano. De este modo, nuestra bandera blanca y verde ondeó en lo alto de la escalinata que rodea la Catedral (Nueva, para los gaditanos), recordándonos esa pequeña nacionalidad que nos hace iguales al resto de los españoles, y que conseguimos gracias al referéndum de 1980.
Aún recuerdo el viaje que hice expresamente en los autobuses Comes para votar en Cádiz –donde estaba empadronada- aquel 28 de febrero de hace 32 años. En la radio del bus sonaba el tema Verde, Blanca y Verde de Carlos Cano, y en nuestro ánimo había una esperanza, una ilusión, una aspiración por reconquistar políticamente una especie de cualidad social, para un pueblo marginado, olvidado y abandonado al subdesarrollo durante muchos años. Hoy somos más de 8 millones de habitantes, y para bien o para mal, se cuenta con nosotros en esta España tan plural.
Ahora en 2012, con una gravísima crisis económica que está haciendo sufrir a muchos ciudadanos, se hace necesario analizar el papel de las autonomías, de sopesar su coste y la utilidad de su gestión, y de evaluar cuanto bien hemos progresado en estos años gracias a ellas. Pero también es el momento de denunciar despilfarros y abusos (algunos muy graves y realmente vergonzosos) cometidos en su administración. La bandera, símbolo de todos los andaluces, no se merece estas afrentas. Su tejido debe quedar limpio, perfumado, presentable, y libre de toda sospecha ante el resto de los españoles y del resto del mundo.
El himno, la bandera y la tierra son nuestra identidad, el sitio común de orgullo para una Andalucía demasiado extensa, cuyas ocho provincias a veces no se parecen ni tienen nada en común, por sus comarcas y modos de vida dispares. Solo su color verde, blanco y verde y su escudo con un joven Hércules. Ocho hermanos –de la misma madre, España- que siempre tienen dificultades para convivir.
A partir de las 13.10, tal como estaba previsto, comenzó el concierto de pasodobles y tanguillos. Y entre los primeros, el “Chiclanera”, mi favorito. Con esta música Andalucía se mira a sí misma. Y no me digais que no es bello su lema: ANDALUCÍA POR SÍ, PARA ESPAÑA Y LA HUMANIDAD
Entrevista a Manuel Clavero sobre la historia de la autonomía andaluza en Diario de Cádiz