Preparar la comida es uno de los mayores actos de amor cotidianos. Hoy 14 de febrero es el dia indicado para que la cocina exprese sus sentimientos, junto a sus misterios de olores y sabores que te obedecen, te observan, te siguen y te quieren más cada dia.
Hoy, en mi cocina continúa la actividad. Terminó el desayuno, aún huele a café y la tostadora no se ha guardado. Las tazas están pendientes de fregar y ya empieza a funcionar la lavadora, implacable. Pero inmediatamente empezará un sofrito, se hará una bechamel, una olla empezará a cocer unas lentejas, unos garbanzos, o se descongelará el tomate frito casero, y habrá que ir calentando el horno. Hoy tenemos musaka y un puré calentito de verduras contra el frío.
Estas cuatro paredes llenas de muebles, electrodomésticos, cubiertos colgados en la pared, especias molidas y algún cestito para las frutas, contienen demasiado mundo, mucha información, innumerables recuerdos, cuidadosa planificación del dia después, las fechas de caducidad de los alimentos –impresas o no- y un montón de cacharros esperando limpios y ordenados su turno para trabajar. Una vida de gran complejidad organizativa, pero sobre todo de profundas emociones.
Cocino para ellos. Los destinatarios –seleccionados al azar entre el universo de personas posibles- esperan, confían en que la próxima comida sea rica, gustosa, variada, y aumente su mundo de sensaciones y cuide su salud. Estar enamorado aumenta la responsabilidad al cocinar, y por ello la presión.
Desde hace veinte años, todos los días hay estrellas en mis sofritos. Cocino para él y para todos. ¡Es una suerte haberte conocido!
querida charo : me ha encantado tu escrito sobre todo el final espero que por muchos años puedas decirle lo mismo ,sois estupendo os mereceis todo el amor del MUNDO besos