En el programa Equipo de Investigación de la Sexta TV, encontré un programa de hace año y medio sobre el huevo, sus variedades según modo de producción, y las preferencias que eso sugiere en el consumidor. Dejo el enlace que lleva además a un video corto pero muy ilustrativo, en el que una dietista demuestra que en los huevos las apariencias engañan, porque en realidad todos tienen las mismas propiedades, sean de jaula, suelo, campo o ecológicos.
En el programa se destapan las falsas creencias que hay sobre el huevo, siendo igual de saludable cualquier forma de elaboración: tortilla, cocido o frito (aunque éste es más calórico, por la grasa del aceite).
También se indicó que no hay por qué limitar el consumo de huevos por el hecho de tener colesterol, ya que de esta cantidad nosotros absorbemos muy poca. De hecho la nutricionista del programa subrayó que pueden comerse hasta siete huevos a la semana, es decir, uno al día, dependiendo de la actividad física que llevemos. Por ello, las personas más sedentarias deben consumir menos cantidad de proteína (y menos huevo), que los actividad más intensa.
Por supuesto, partiendo de que el huevo es un alimento muy completo, (proteínas, minerales y vitaminas…), no habría ningún problema en su exceso.
Y como aclaración, indicar que en la yema es dónde están casi todos los nutrientes, por lo que la clara no es más saludable que la yema. Eso sí, la clara es mucho más pobre en calorías, aunque rica en proteínas.
Los huevos blancos o morenos son exactamente iguales. Y en cuanto a su tamaño, según edades de las gallinas, ocurre lo mismo, todos son semejantes.
Y a continuación, en el programa, se visionó un video corto que mostró cómo el color de la yema de un huevo no refleja su calidad, ni condiciona su aspecto.
Personalmente, soy más de los huevos camperos, es decir, del número 1. Suelen tener buen sabor y tamaño, además de precios razonables, y además en general son producto de cercanía. Tampoco desprecio los ecológicos, pero no los veo imprescindibles, aunque reconozco el papel que desempeñan de cuidado de la tierra.
En el programa se visitaron varias granjas avícolas, en dónde también se vio el modo de cría de las gallinas, a veces un hacinadas en jaulas, que sirven para que cada uno saque sus propias conclusiones.
En cualquier caso, este tipo de programas de investigación son muy interesantes y necesarios para el consumidor medio.