Reconozco que en estas fiestas triunfan por goleada los dulces en la mesa, creo que demasiado. Son una peligrosa amenaza para mantener el peso además de ser calorías vacías, con muy pocas excepciones. Son sin duda un placer efímero. En cambio, yo te ofrezco contenido, fundamento: vitaminas, minerales, fibra, colorido…. y además un sabor inigualable. Y sobre todo, te aporto una gran sensación de bienestar durante horas, cosa que casi nadie puede darte.
Por ello, me tomo la libertad de anunciarme en plan autobombo para llamar tu atención, para que practiques el arte de preparar macedonia en casa, sea en el desayuno, almuerzo, merienda o cena. Soy la gran fiesta de la fruta en estado puro, variado, fresco, lozano…soy una oferta que nadie va a poder rechazar al verme picada en una bonita fuente sobre el mantel. Eso sí, alguien debe comprometerse a mi preparación, para que los demás se conviertan en beneficiarios.
Te doy una receta como ejemplo:
Ingredientes: un plátano, una granada, 1 kiwi, 2 peras de agua, 1 manzana, el zumo de una naranja y 1 lima y un puñado de arándanos. El resultado fue espectacular. Salieron unas 6 raciones que sirvieron -además de para disfrutar- para minimizar la ingesta de dulces. La recomiendo.
Además, excepto el kiwi, todas estas frutas eran de cercanía, es decir, nacionales.
Adóptame en tus menús, no es tan complicado.