Hoy voy a actuar por mi cuenta y riesgo. Hablaré de lo que soy y me gustaría llegar a ser, la fruta más chula del mundo, la más deseada, más nutritiva y más fácil de pelar y comer. Soy el plátano de Canarias, con Indicación Geográfica Protegida, por si no lo saben.
Desde mi origen insular, llego a España y Portugal en el 90% de los casos. Bueno, también a Francia y otros países de la UE, aunque bastante menos.
Soy originario de las zonas cálidas de Asia, aunque me cultivan en muchas partes del mundo. Y no debéis confundirme con la banana, más endeblita en sabor y propiedades y más barata por supuesto. Yo soy una marca certificada, por algo será.
Tengo una gran cantidad de nutrientes, mi piel es muy fácil de retirar, tanto que hasta un niño puede hacerlo con las manos. Llevo azúcares y carbohidratos (sobre todo), aunque éstos dependen de mi estado de madurez.
Pero siempre me acusan de engordar, de aportar muchas calorías; una pena, porque son más los beneficios que los perjuicios que añado, pero cuando a la gente le da por decir algo ya se sabe…
Soy la fruta ideal para la media mañana porque puedo ir a cualquier sitio casi sin molestar, para ser consumido sin necesidad de cuchillo ni cubierto. Me ofrezco como voluntario para viajar en la bolsita del segundo desayuno de los escolares, de los gimnastas o de los trabajadores, ya que aporto una buena dosis de potasio. Soy más interesante que los zumos industriales o incluso caseros, que solo aportan azúcar. Magnesio, vitamina B6 y C, etc., además de fibra y antioxidantes. Soy un aliado para la salud.
Me distingo de la banana en que llevo el círculo amarillo y azul de la Indicación Geográfica Protegida, un símbolo europeo, desde 2013. Pero es verdad que a veces hay confusión al comprar. Yo soy más dulce, con aroma subtropical y motas en mi piel.
Ahora, con el calor veraniego, tengo una vida más corta, pero se me puede cortar, congelar y batir. Y si estoy verde, mejor dejarme a temperatura ambiente en el frutero, en espera de alcanzar mi mejor punto de maduración, verde y amarillo intenso, brillante.
Una unidad mía contiene 3 gramos de fibra, por lo que actúo contra el estreñimiento y soy más saciante que otras frutas. Mejoro también la presión arterial. Eso sí, los diabéticos deben consumirme en pequeñas cantidades por el azúcar que llevo al madurar, o consumirme en verde.
¡Ah! y en la cocina doy mucho juego, en purés, cremas y repostería.