Tengo en casa el suplemento del ABC de hoy domingo –que viene con La Voz de Cádiz- y que dedica un par de páginas y su portada a la situación actual de los vinos españoles. Repasa su competitividad, sus desafíos, la consolidación de su consumo y los nuevos retos a los que se enfrenta.
España es la primera potencia mundial exportadora por volumen, aunque Francia a Italia ingresan mayores cifras por venta. Todo ello lo cuenta el suplemento, dentro del apartado Empresa a Fondo, y en referencia al último evento gastronómico que fue Vinexpo, celebrado en Burdeos. Aquí hago un resumen:
Producimos mucho, pero cobramos poco. Además, carecemos de vinos de gran calidad conocidos como tales en el mundo. Nos falta marketing.
La mejor cosecha en cantidad fue en el año 2013 (52,50 millones de hectolitros). Es cierto que se registró un aumento de consumo en 2016, tras la crisis económica y el auge del turismo (entre 2,5% y 4%). El incremento del consumo del vino va unido al gasto en alimentación, seguido de la restauración y por último, de las ventas realizadas por las propias bodegas directamente o a través de intenet.
En el Vinexpo se habló de la importancia de unir vino y gastronomía como estrategia, elevando el vino a factor cultural por su historia, e incidiendo en la importancia del envasado en manos del cliente, por razones de conservación sobre todo. No obstante, no se desea acabar con los vinos a granel.
El territorio español por su orografía, permite producir gran variedad de vinos, que se venden baratos porque la tierra lo es. La Mancha tiene el kilo de uva más barato del mundo. Pero el cambio climático es un serio peligro para los viñedos.
Se está estudiando producir vinos a más bajo nivel de alcohol, así como vinos dulces para el mercado ruso y chino, que son nuevos consumidores.
Según José Andrés, cocinero afincado en New York, en los años 70 veíamos a Francia como la referencia en la cocina, mientras que ahora tenemos una gastronomía con personalidad propia. Lo mismo puede ocurrir con el vino.
Gastronomía y vino van unidos fundamentalmente. Sin olvidar que la primera tiene apenas 200 años de historia y el vino alrededor de los 7.000 años.
Por último, el reportaje señala los próximos desafíos de nuestros vinos:
–El cambio climático. Temperatura, lluvias y episodios extremos preocupan a los productores.
–Vinos biodinámicos (explotación en armonía entre el mundo vegetal, animal y vegetal).
–El reto digital. Todo en la red pero no de cualquier manera.
–Consolidar el consumo, pendiente, que subió por vez primera vez en 2016.