Están de moda porque aparecen en todas las publicaciones sobre nutrición, alimentación, belleza y sobre todo en la publicidad. En esta ocasión, la revista OCU Compra Maestra, dedica un amplio reportaje a los antioxidantes, con sus más y sus menos.
El análisis de OCU estudia y mide la capacidad antioxidante de 20 alimentos distintos, de los que catorce de ellos fueron seleccionados por su composición vitamínica. Los seis restantes presumen en su etiquetado de tener propiedades antioxidantes. Veamos: un zumo de frutas de tetrabrik enriquecido con vitamina, otro con granada y tres con vitamina C añadida.
Si cortamos una manzana y la dejamos destapada, en poco tiempo los tejidos empezarán a oscurecerse por la oxidación, eso lo sabe todo el mundo. Pero el proceso se detendrá con un chorro de limón. Igual pasa con las moléculas en buen estado, que pueden alterarse por un agente agresor como la radiación solar, por ejemplo, produciendo moléculas llamadas radicales libres, que son muy inestables y reaccionan intentando volver a su estado original. Combinadas con otras moléculas, se convertirán en radicales libres que prolongarán las reacciones en cadena. Su avance solo puede detenerse por: combinar moléculas dañadas con oxígeno (oxidación), o con un antioxidante, que las restaura y estabiliza.
Los antioxidantes son fabricados en parte por nuestro organismo y en parte por medio de los alimentos que ingerimos. Se cree que los procesos oxidativos están involucrados en el envejecimiento celular y en algunas enfermedades, pero se sabe poco de su papel protector.
Dice el reportaje de OCU que, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria reconoce ocho nutrientes capaces de suavizar el daño oxidativo, por estar científicamente probado (y por ello pueden ponerlo en su etiqueta): 4 minerales (cobre, manganeso, selenio y cinc), 3 vitaminas (B2, C y E) y un polifenol presente en las aceitunas y por supuesto en el aceite de oliva virgen extra.
Refiriéndose a los zumos, un vaso de 200 ml de zumo tiene una notable dosis de antioxidante. Pero mucho más tiene la granada, que supera a todos los alimentos analizados (30 veces más que las espinacas crudas por ejemplo). Otros alimentos que presumen de antioxidantes no lo son especialmente, comparados con el café o un zumo de uva. Los zumos enriquecidos sin embargo llevan azúcares añadidos, de los que no conviene abusar.
En resumen, no hay que obsesionarse con estos suplementos y no debemos darles preferencia sobre el resto de los alimentos que van en una dieta sana.
La oxidación es inevitable; pero además, nuestro organismo también genera antioxidantes sin que se lo ordenemos. Es por ello que no hay que observar una dieta demasiado rica en antioxidantes, en detrimento de una alimentación variada. Además, el daño oxidativo no es el único factor que produce el envejecimiento, hay otros.
Notas sobre los antioxidantes: consumidos en exceso se vuelven prooxidantes, es decir, producen el efecto contrario. Por ejemplo, un exceso en vitamina E es incluso peligroso.
Son importantes los alimentos de origen animal: la carne, sobre todo las vísceras, el pescado y los crustáceos, los huevos y los lácteos (cobre, selenio y cinc).
Los procesos oxidativos se pueden prevenir controlando la exposición al sol, no fumando o evitar la contaminación entre otros.
Espero que este resumen os haya sido de utilidad.
Fuente: revista OCU Compra Maestra.