Esta mañana de jueves ha fallecido la tía Marili, hermana de mi padre. Era mi madrina y mi ejemplo –entre otras cosas- de la buena cocina casera, hecha con cariño para ofrecer y poner al servicio de los demás y hacer que disfrutaran. En atención a ella y a lo mucho que me enseñó, voy a repetir uno de sus postres: unos huevos fritos que en realidad no lo son, porque están hechos de melocotón en almíbar y claras a punto de nieve. Descanse en paz una buena cocinera y una persona servicial en el más bello sentido de la palabra.
(El post lo publiqué en el año 2009)
Se trata de un postre algo bromista, pues con su puesta en escena confunde de entrada al comensal, que ya ha consumido dos platos, haciéndole creer que son huevos fritos, cuando en realidad es un postre de lo más normalito. Ahí lo tenéis. Lo preparé con mi tía Manoli, y éste es el nombre que le pusimos luego en casa. Esta receta es muy sencilla, solo que tiene tres fases: 1) preparación de natillas, 2) preparación del almíbar y 3) elaboración del merengue.
Ingredientes: (para 4 personas): 2 huevos, 2 cucharadas soperas rasas de Flanin El Niño, 1 litro de leche, 3 cucharadas soperas de azúcar (y añadir una más si se prefiere), una lata de melocotones en almíbar (mitades no muy grandes) (*), canela en rama, canela molida y ralladura de limón.
Ponemos a hervir ¾ partes de la leche con canela en rama, ralladura de limón y azúcar, y no hervir del todo y dejar enfriar. Separamos las yemas de las claras de los huevos. Mientras, en un tazón desleímos las dos cucharadas soperas rasas de Flanin El Niño, con ¼ de la leche, las 2 yemas de huevo y algo de azúcar, pues ésta también ayuda a disolver; así este preparado previo no tendrá grumos (**).
El preparado anterior lo añadimos a la leche que ya se está enfriando, templada, y mezclamos todo, quitando ya la ralladura y la canela en rama, y ponemos a calentar la mezcla a fuego medio hasta que tome cuerpo y se espese, y quitar al romper el hervor.
Preparamos el almíbar: en un cazo ponemos un vaso de agua y medio vaso de azúcar, todo a hervir, sin dejar de mover, hasta que vaya espesando, lo que comprobaremos al levantar con la cuchara, que las gotas tardarán más en caer (en unos 20 minutos aprox), y reservar.
Vamos con el merengue: tomamos las claras y las vamos batiendo, añadiéndole el almíbar preparado anteriormente, hasta que se vaya levantando, cosa que conseguiremos en unos pocos minutos (debe estar alto para que luego no se hunda en la fuente).
Y ahora el montaje: tendremos preparada una fuente alargada. Lo primero, ponemos la natilla, a continuación varias cucharadas de merengue separadas, y encima de cada una disponemos los melocotones, (mitades), y luego, usando los dedos y con suavidad, la canela molida, que dará el aspecto rizado de la clara propia de los huevos fritos. Este postre está rico y su aspecto es de una fuente de huevos fritos.
(*) Si las mitades son muy grandes, puede reducirse su diámetro aplicando un vaso pequeño –de chupito-, con el que podremos cortar en redondo lo que sobra.
(**) Si no obstante tuviera grumos, el arreglo es pasarlos por un colador tradicional.
Queridos primos siento mucho la perdida de un ser querido para vosotros, un abrazo y beso fuerte.
Muchas gracias, Domingo. Un abrazo fuerte.
Hablamos de una persona de gran disciplina, incansable, con un sentido inmediato y real de lo bien hecho. Y muy por encima de tanto y verdad que he dicho, una de las personas más generosas con su tiempo y con su esfuerzo para los demás.
Descanse en paz.
Lo siento, Charo, y con esa vinculación gastronómica, seguro que te acuerdas de ella toda tu vida