Como no lleva patatas y además está fuera del plazo establecido por el Sr. Monforte para presentarse a la licenciatura, esta tortilla de huevas va por libre, sin normas, como cualquier agrupación ilegal de nuestro carnaval; pero no por ello se le ha de privar de su libertad de expresión, ni de poder lucirse por estas redes callejeras,  pues es sabrosa y original. La receta, que es también de mi pescadero, Paco Tigre (mercado de abastos), que la hace muy a menudo en su casa, cumple con el lenguaje no sexista (huevos y huevas). Nos ha encantado esta tortilla, que es casi individual por su tamaño, y que sabe a marisco. Veamos el repertorio.

Ingredientes: 2 huevos, 2 ajitos molidos (o muy bien machacados), 150 g. de huevas frescas, perejil picado, sal, pimienta y un chorro de nata. (Para 3 huevos, debe llevar 350 gramos de huevas).

Batir los huevos y salpimentar, añadir el ajo molido, el perejil picado y el chorro de nata y seguir batiendo. Las huevas hay que vaciarlas, cortándolas por la punta para que salgan, desechando el pellejo.

En una sartén pequeña poner poco aceite y calentar; cuando esté, dejar que la tortilla vaya cuajando lentamente. Dar un par de vueltas. Servir.

En casa nos ha gustado. En realidad esta tortilla es para dos personas. Es importante no añadir demasiada nata para que no dificulte el cuajado del huevo, que deberá hacerse a fuego lento, para que no se reseque.

Realmente la tortilla no conoce fronteras legales ni ideológicas.