Europa no para de darnos por saco, diciéndonos lo que tenemos que hacer, donde hay que recortar y cuanto no hay que gastar, vamos, que nos tiene cogidos de mala manera. Y como la cosa manda huevos, se hace imprescindible sumergirse en la tortillología europea, una ciencia emergente, de choque, de subsistencia, que bien llevada seguro que podría luchar contra la ruina que tenemos en lo alto, parándole los pies a la dichosa prima de riesgo. Elena, hija de mi amiga Conchi, previo transporte de una botella de aceite de oliva virgen extra español hacia Manchester, dónde ejerce como Erasmus, recibió lecciones de su madre para preparar por primera vez una auténtica tortilla de patatas. Al parecer, el resto de los ingredientes eran ingleses, que también los camperos británicos tienen que vivir…. Bueno, pues nada, que aquello fue un jugársela a una sola carta. Y Elena y su amiga cristina, también sevillana, se metieron en la cocina a vender España, que las exportaciones nos van regular.
Total, que en una reunión de Erasmus cada uno de su padre y de su patria, nuestras protagonistas trocearon y frieron cebollas y pimientos, pelaron y frieron patatas, y batieron los huevos. Y mientras los invitados guiris se dedicaban a pegarle al vidrio y a los cantos regionales, ellas se aplicaron a elaborar una buena tortilla de patatas con la que devolver la autoestima nacional. ¡Todos con la tortilla roja!
El caso es que nos dejaron imágenes para la posteridad: aquella cocina inglesa, las sartenes a estrenar, las paredes con pocos adornos propia de los pisos de alquiler, esos Erasmus chillando en el salón en todos los idiomas…. ¡qué mala es la ignorancia tortillológica!…. pero nuestra tortilla de patatas resplandeció una vez más. ¿alguien lo dudaba?
El resultado: un éxito, en el que también influyó el ambiente, ya que mientras tanto pusieron programas de Giralda TV….Uno de los invitados se comió una tortilla entera ¿sería alemán?. ¿Enviará un informe a los mercados? ¡Qué difícil es ser español!….Elena terminó un poco harta de tanta tortilla, después de la cantidad de encargos que le hacen cada vez que hay reunión europea.
Pero la historia de la tortilla de patatas Erasmus no fue la única: con las indicaciones de su madre desde Sevilla, via e-mail, Elena también ha hecho lentejas, potaje de garbanzos, puerros gratinados con jamón y queso (siempre con ingredientes españoles), etc.
Nuestra tortilla tiene mérito: lleva pimiento, cebolla, patatas, huevos y aceite de oliva virgen extra, hecha a los 1.815 km de distancia aérea que separan Sevilla de Manchester. Y después de presumir de que somos un pais avanzado en I+D y con un ¿saneado? sistema financiero, pues resulta que la tortilla de patatas sigue siendo nuestra mejor moneda, nuestro mejor IBEX. God Save the potatoes tortilla, que dentro de poco estará en la ruta de la tapa de la Commonwealth….que se preparen nuestros jurados, y vd., Sr. Monforte, organice un reportaje, antes de que nos rescaten.
(Fuente: Comeencasa, corresponsal tortillológico en la Unión Europea).
Pues ya está en Fb. Será un honor que lo compartan nuestros Erasmus en Europa. La tortilla de patatas es nuestra mejor tarjeta de presentación. Un abrazo.
Charo, como te dije por correo, el artículo está genial, a Elena y Cristina les ha gustado mucho, están esperando que lo pongas en facebook para compartirlo con todos sus amigo/as Erasmus.
Un abrazo.
hola: esta tortilla divina que de España es genuina, representando la gracia de nuestro hacer en las cocinas, todo el que la prueba repite, qué tendrá nuestra tortilla, se conocerá en el mundo como la décima maravilla…muy bueno el articulo. Besazo .