Una pequeña pero brillante selección de empresas agroalimentarias andaluzas procedentes de Sevilla y Huelva se dieron cita en la I Feria Gourmet Plaza de Armas en la capital andaluza. Del 18 al 21 de abril se pudieron encontrar algunos de los mejores productos de la zona, en aceites, quesos, pan, dulces, licores, conservas, embutidos y vinos.

El concepto gourmet parece ir asociado a productos elitistas, de producción reciente y altos precios. Sin embargo, no siempre es así: la mayoría de las marcas son viejas conocidas del consumidor andaluz, clásicas, aunque presentan novedades en su oferta comercial. Eso sí, son productos realizados con una esmerada elaboración artesanal, con el gusto y la salud como objetivo, además de difundir la cultura de la calidad y el contacto con el alimento.

Por ejemplo, Inés Rosales, compañera fiel de nuestras meriendas (de la mía por supuesto), que continúa produciendo con los mismos ingredientes de hace 100 años, presentaba en su stand las tortas con naranja, un bocado exquisito y bien conseguido. Inés Rosales es ya un clásico de la gastronomía andaluza. Dos euros nos costó el paquete de seis.

El pan auténtico apareció de la mano de la firma Panburguillos, bajo el lema de pan tradicional de producción ecológica, siendo la primera panificadora andaluza en obtener esta calificación. Además de pan de trigo, pan integral de trigo y pan de maíz, elaboran pan de espelta, de centeno, y de soja. Compramos pan de centeno, más compacto, recomendable para diabéticos. El pan de Burguillos tiene fama en la capital.

Martes Santo, S.L. es el nombre de una destilería de Higuera de la Sierra, en Huelva, fundada en 1891, y que ya va por la tercera generación en la gerencia familiar. Manuel Belchi, su actual responsable, nos habla de sus anises y licores, concretamente uno de castaña, de un sabor exquisito. La empresa empieza a abrirse al mercado exterior. Compramos una botellita pequeña de este licor, marca La Serrana.

La Quesería Artesanal Monte Robledo, de Aracena (Huelva) ha sido premiada en varias ocasiones por la calidad de sus quesos “sudados”, de sabor contundente y potente, que degustamos en la feria, colocados de menos a más picante. Son quesos hechos a mano, con leche de cabra autóctona, procedente de ganadería extensiva. El sabor de estos quesos nos encantó. Y nos llevamos una pieza de medio kilo.

Los vinos de la comarca de Lebrija estuvieron representados por las Bodegas Gonzalez Palacios, que, entre sus botellas ofrecía la llamada Flor de Lebrija, reserva en rama, marca Frasquito, que también probamos con charla incluida, como debe ser. Esta reserva pueda adquirirse en Sevilla tanto a granel como embotellada, en el mercado de abastos del Tiro de Línea, puesto 17. Buena idea la compra a granel, para consumo inmediato o uso en la cocina, que siempre lo agradece.

No pudimos resistirlo: 4 latas de paté ibérico por 3 euros, cada una de un sabor (Clásico, Pimienta blanca, Finas hierbas y Pedro Ximénez). Don Rogelio pone el envase. Está fabricado por Esther Olivares Pando, en Aracena (Huelva). Con la buena materia prima, hígado y tocino ibérico, los buenos patés se diferencian del resto en sabor, olor y textura. Estas cuatro latas están ya en casa y esperamos degustarla a la primera oportunidad, con un buen pan, claro.

Y los aceites –obligatorios en una muestra gourmet andaluza- contaban con dos stands de la provincia de Sevilla, con las firmas Basilippo (El Viso del Alcor) y Ntra. Sra. De Los Ángeles (Montellano). El primero acaba de ser premiado en Estados Unidos con medalla de plata. La firma cuenta con un centro cultural del olivo para visitas de escolares y público en general, y organiza catas formativas de aceite. Una referencia en Sevilla, de la que ya hemos hablado en este blog. Su aceite aromático a la naranja es ideal para ensaladas de fruta y eso fue lo que compramos.

La otra firma, la Cooperativa Ntra de los Ángeles, pertenece a la comarca formada por los términos de Montellano, Morón, Coripe, Puerto Serrano, Prado del Rey, Zahara y Villamartín, con 700 socios olivareros. Comercializa especialmente la variedad autóctona lechín o zorzaleña, propia de montaña, con gran calidad. Nos llevamos una botella de litro bajo la marca Señorío de Cotte, monovarietal, para probar en crudo. El aroma me pareció medianamente intenso, a naturaleza, prueba de la calidad de un aceite de oliva virgen extra y no de lo que por desgracia ponen a veces en el mercado. Lo probamos en tostada en pan de centeno y dulcificó su sabor fuerte. Pero nos cautivó mucho más en tomate aliñado, solo con sal y sin otras especias. Un aceite riquísimo con suave sabor afrutado y sin demasiado amargor o picor, que habla en los aliños. En boca queda un recuerdo a fruto seco muy agradable. Este aceite se puede comprar, con entrega gratuita a domicilio en Sevilla y provincia, a través de teléfono: 954 875116 y 954875335.

Productos andaluces como éstos, se degustan sobre todo para compartir, y están muy indicados para regalar en determinadas ocasiones a amigos y parientes. No hay mejor regalo que la buena gastronomía.