Entre las vueltas posibles para una tortilla, ésta tiene una ida y una vuelta diferida en el tiempo. Su ejecutora llegó desde Ecuador a España para trabajar en el servicio doméstico, y quería aprender a hacer una tortilla de patatas, también llamada tortilla española. Sabe que a todos les gusta y que es un plato imprescindible en cenas y en algún que otro almuerzo. Vero es una de mis alumnas en el proyecto “Cocinando tu futuro”, por el que jóvenes inmigrantes aprenden a cocinar los platos de aquí, los caseros, los de toda la vida. Y uno de los temas de esta clase a estudiar y practicar era la tortilla de patatas. La prueba fue superada con creces. Vero se atrevió a elaborar en clase esta tortilla básica que es la que más hacemos en casa. Es como si la hubiésemos exportado. Cuando Vero regrese a su país, probablemente vuelva a hacer esta misma tortilla, la primera que aprendió en España. Así se la enseñamos:
Ingredientes: Tres patatas medianas de Sanlúcar, tres huevos, aceite de oliva virgen extra, un pimiento verde de freir y sal.
Elaboración: Pelar las patatas y trocearlas en forma de taquitos, añadirles la sal y reservar. Quitar el rabito del pimiento, trocear en julianas finas y añadirlo a las patatas. Calentar en sartén abundante aceite, poniendo uno de los trocitos de patatas dentro para observar la temperatura y que no se pase el aceite. Cuando esté caliente, echar las patatas, con fuego fuerte y a los dos minutos bajar un poco a fuego medio. Mover de vez en cuando y a los cinco-diez minutos sacar las patatas. Verter el aceite de freir en una aceitera, dejando solo unas gotas para hacer la tortilla.
Batir los huevos en un bol y añadirles las patatas fritas, aplastándolas un poco con el tenedor, y entonces echar todo en la sartén para que se vaya haciendo la tortilla, con fuego fuerte al principio y más bajo después. En cuanto veamos que se va cuajando, darle la vuelta con la ayuda de un plato llano, y retornarla a la sartén, para que se termine de hacer con fuego más suave. Se trata de que no esté ni demasiado líquida por dentro ni demasiado reseca. Retirar la tortilla y degustar.
Y hubo degustación de tortilla entre las alumnas. Y les encantó. La tortilla de Vero representa el empeño por aprender, por eso tiene un gran significado; se trata de formarse en la cocina para encontrar trabajo y una vida mejor.
La tortilla de Vero es una clase práctica más para la licenciatura de tortillología que estamos siguiendo, pero esta vez con un fondo sentimental.
En Sudamérica pusieron las papas y nosotros, mal que bien, los huevos y las revueltas. Dejémoslo todo en tortilla que va y vuelve, como la mejor embajadora. Como el cante por alegrías.
Saludos navideños.
Bueno, se trata de hacer apostolado….y que la tortillología sea conocida en todo el mundo….
Un abrazo Tubal.
Charo, podrías ser nuestra Apóstol de la Tortillología…….