Ya me gustaría, pero no puedo presumir de ser ultramoderna en la cocina. Acabamos de comprar una olla eléctrica programable como algo innovador, y resulta que nuestros amigos del blog Tubal hace ya más de cuatro años que la tienen, aunque es cierto que un modelo más antiguo. Y además, según nos confiesan, utilizan esta olla programable a diario, sacándole el mayor partido cocinero, pues hace de todo.

La olla eléctrica programable es un gran invento. Tubal lo definió estupendamente: “es una cocina portátil”; el robot hace todo: guisos, tartas, estofados….y además, de manera totalmente sana, pues elabora los productos en su propio jugo. Y la cualidad de ser programable, hace posible encontrarse la comida recién hecha, lista para degustar, en un margen de 24 horas.

Estoy convencida de que este robot de cocina enganchará a muchas personas que nunca han entrado en la cocina, o que por diferentes motivos se están viendo obligadas a resolver el plan de comidas de sus hogares. Esta olla facilita el modo de guisar. Funciones de tipo de alimento, tiempo y presión, deciden por ti cómo tratar esa receta, según el libro que trae. No obstante, con el tiempo, cada uno va adaptando sus recetas a la olla. En suma, de este modo, mucha gente aprenderá a cocinar, es decir, comprenderá lo importante que es comer bien en casa.

Y además, la olla eléctrica guisa de un modo sano, pues evita la salida de vapores al exterior, concentrando sabores y nutrientes. No todo lo nuevo es malo.

Ayer cocinamos unos garbanzos de cuaresma, basados en la receta de mi madre, con los siguientes ingredientes para 6 personas (todos ellos frescos, por supuesto):

7  puñados de garbanzos, 1 kg de habas, ½ kg de guisantes, 1 cebolla grande, 1 pimiento verde, 2 tomates maduros pelados, una cucharada de pimentón de La Vera, medio vaso de agua de aceite, sal, comino y la carne de un pimiento choricero previamente en remojo la noche anterior. Los garbanzos también permanecieron remojados la noche antes.

Dispusimos de este modo los ingredientes en la cubeta del robot: primero los garbanzos escurridos, las habas peladas, los guisantes pelados, la cebolla picada, el pimiento verde en julianas, los tomates pelados y troceados a cuadritos, la cucharada de pimentón, la carne del pimiento choricero, el medio vaso de aceite, el comino y la sal.

Todo ello (de un bonito aspecto), y una vez cerrada la olla, lo pusimos en el menú legumbres, 25 minutos y presión 2. No hizo falta programar el comienzo de la elaboración, ya que el robot mantuvo caliente el potaje hasta nuestra vuelta. El sabor del mismo fue más bien suave (es cuestión de añadir más especias). Pero a todos nos encantó.