El pasado domingo al mediodía –como es habitual- tuvo lugar en La Casapuerta un evento dedicado a la gastronomía. En esta ocasión nos tocó presentar la Academia del Gazpacho Andaluz, una cofradía gastronómica de la que soy miembro, fundada en 2017, cuyo objetivo es defender y divulgar las propiedades nutritivas del gazpacho hecho con ingredientes andaluces. Y como colofón al acto, degustamos un gazpacho gaditano, con todos los ingredientes de la provincia:
Los tomates (de pera), los pimientos (variedad italiana), el pepìno y las cebolletas rojas, procedían de la huerta de Sanlúcar de Barrameda. Todos adquiridos en nuestros mercados de abastos.
El ajo, aunque añadido en pequeñas cantidades, se cultivó en el campo de la localidad gaditana de Setenil de las Bodegas. Mucha gente lo desconoce.
La sal, gorda, se obtiene y comercializa por las Salinas de San Vicente, industria totalmente artesana y ancestral, en San Fernando, como hace 3.000 años.
El vinagre, vinagre de Jerez, en este caso criado en unas bodegas de El Puerto de Santa María.
El aceite, de oliva virgen extra por supuesto, llevaba el sello de la Denominación de Origen Aceite de la Sierra de Cádiz, con el logotipo correspondiente.
Por lo demás, este gazpacho andaluz-gaditano, no llevaba ni pan ni agua, y no se pelaron los tomates, añadiendo así la fibra de los mismos, que es muy beneficiosa.
Gracias a La Casapuerta por la organización de estos pequeños eventos informativos y formativos relacionados con la gastronomía, que recorren productos, cocinados e ideas para transmitir al público del mediodía de la calle Sagasta.
Y gracias a nuestras amigas del grupo gastronómico Cuartoymitá por asistir al evento y darle igualmente publicidad.
Un gazpacho 100% gaditano lleva los mejores ingredientes por calidad y momento de recolección. Rico, sanísimo y sostenible, porque ningún producto viaja más de lo recomendado. Los tenemos aquí mismo.
La Academia del Gazpacho Andaluz tiene como misión poner en valor esta sopa fría, joya gastronómica y orgullo de nuestra Comunidad.
