¡Cuánto esconde Chiclana!. Esta localidad gaditana con fama de laboriosidad y emprendimiento puede presumir de aportar a la provincia las mejores ideas para creación de empresas, incluso a partir de los oficios más tradicionales. Ése es el caso de Antonia Butrón, panadería que va por la tercera generación y que no para de reinventarse como pionera en los clásicos productos de repostería como el hojaldre. Un grupo de blogueros y sin embargo amigos, tuvimos la suerte de ser invitados a conocer sus instalaciones de la calle Palmarete, y a vivir de cerca la elaboración de sus productos. Una tarde inolvidable con harina, sal, agua y mucho amor al oficio.

Lo primero que ví al entrar en el obrador fueron las latas del buen aceite de oliva virgen extra que emplean en sus freidoras (el mismo de mi casa), junto a una miel producida especialmente para Butrón, procedente de la localidad serrana de Grazalema. Como comprenderán, estas cosas tranquilizan mi espíritu inquieto por la calidad de los ingredientes. Tras proveernos de gorro y delantal corporativo, los blogueros amigos penetramos en la sala sacrosanta del amasado del hojaldre para las famosas empanadas de Butrón, su producto estrella, su buque insignia. En una mesa contigua se disponían los diferentes rellenos de las mismas, pendientes solo de su posterior horneado en la tienda de destino, de modo que el cliente las recoja recién hechas, calentitas. Por eso estas empanadas enamoran a toda clase de público.

Una vez superada esta fase, nos acoplamos en la sala alrededor de la gran protagonista, Antonia Butrón en persona, para observar en directo el hábil movimiento de sus manos dentro del lebrillo en la elaboración de rosquetes. Con manos limpias de panadera, Antonia nos fue contando su historia profesional, que comienza a las 9 años, y continúa con su pasión por cómo hacer las cosas lo mejor posible, junto a los mejores ingredientes. Antonia –además de seguir ejerciendo como panadera- ha criado a cinco hijos. No sabría decir qué es lo más difícil. La empresa familiar no para de crear nuevos proyectos. Los rosquetes pasan 10 minutos en los hornos de piedra refractaria y en breve serán degustados por el grupo blogueril.

El obrador de Antonia Butrón emite solo buenas vibraciones: sus olores (canela, clavo, matalahúva, ajonjolí, vino, miel, aceite de oliva, huevo, harina….), sus empleados (optimistas, resueltos, ilusionados), sus productos (ya con marca propia, consolidada por calidad y garantía), su entusiasmo corporativo, todo ello nos envuelve y nos produce una agradable sensación de cercanía y de confianza.

Más tarde, empiezan a salir del horno manufacturas artesanas como rosquetes de diversas variedades, pastas de naranja, masa real, perrunillas, tortas de polvo, nubes de nata, todos ellos con años de historia. Pero como somos blogueros,  tuvimos la gran suerte de conocer como primicia las torrijas de autor, en mi opinión la mejor muestra de su I+D de base. Desde la torrija clásica de vino y bañada en naranja, hasta las de crema de vainilla y las de chocolate. Visualmente, estas torrijas son atrayentes, con esas rodajas de pan del grosor adecuado; en nariz, el aroma es conocido y a la vez atractivo e innovador; y no digamos al probarlo, la sensación es difícil de expresar. Un auténtico placer, que convertirá a las torrijas en un producto de lujo para nuestra cuaresma gastronómica. Fue un cliente quien sugirió este producto a Antonia Butrón. Y la firma se adapta con gusto a las propuestas del público. Ahí radica su éxito.

Fotos, comentarios de blogueros observadores, hicieron que la tarde fuera un auténtico placer. Placer y orgullo que vivimos cada vez que entramos en una tienda de Antonia Butrón, y ahora con mayor conocimiento de lo que se fragua en este obrador de Chiclana. La próxima ocasión será para hacernos con las empanadas para ver la final del concurso de agrupaciones del Teatro Falla, el próximo viernes. ¡Con qué mejor!

Antonia Butrón tiene previsto organizar talleres prácticos para dar a conocer sus elaboraciones. El próximo tendrá lugar el próximo 23 de febrero, a partir de las 16.30 horas, bajo el título “, Dulces de Cuaresma”, en el que el equipo de pastelería enseñará los secretos de sus productos. Tendrán carácter público. Las reservas pueden hacerse al teléfono 956 40 10 94 o al correo electrónico info@antoniabutrón.com, y su precio será de 20 euros, aunque sus seguidores en FB o twitter tendrán un descuento.

El término empanadería está registrado ya por Antonia Butrón. Su empanada de hojaldre irrumpe en el mercado de la repostería gaditana de pret-a porter,  para ser distribuida a continuación en las tres tiendas que posee en la capital en las calles Corneta Soto Guerrero (casco antiguo), Avenida de Andalucía y calle Brasil (extramuros). En ellos, la firma amplía su oferta de selectos artículos y no para de diversificar su catálogo. Estos locales siempre tienen público esperando para comprar. La moderna, cercana y eficaz imagen de sus tiendas y la amabilidad y presentación de sus vendedores, hacen de Antonia Butrón una empresa de referencia en productos y servicios para la provincia de Cádiz.

Solo me queda agradecer a Antonia Butrón su invitación para conocer de cerca el corazón de su empresa, representado por la propia Antonia, así como por poder respirar con ellos la ilusión por los nuevos proyectos que tienen en marcha, todos ellos desde el respeto a las mejores prácticas en el oficio, de modo que el cliente siga confiando en ellos.

De nuevo, Chiclana muestra lo mejor de sí misma.