Es la comida de las mil caras, la más versátil. En el argot de las redes sociales, diríamos que tiene muchos perfiles: ligeros, infantiles, de dieta, hospitalarios, románticos e incluso ausentes. Es la cena, la comida con más posibilidades, porque sus excedentes de calorías nos van a acompañar hasta la mañana siguiente. Hoy le hemos preguntado algunas cosas, antes de irnos a la cama.

¿Cómo se definiría de modo breve?

Pues soy en teoría el 30% de las calorías diarias, trabajo siempre a partir de las ocho de la tarde, y ni siquiera cobro plus de nocturnidad.

Tiene vd. las cosas muy claras…

Bueno, también soy un conjunto de alimentos como cereales, verduras, proteínas, aceite de oliva, frutas, lácteos, pan y agua. O sea, llevo lo mismo que mi compadre el almuerzo. Eso sí, mi digestión debe ser siempre más ligera, con un aporte energético menor. Y ya saben, comida reposada y cena paseada decían los antiguos….

¿De sus múltiples facetas, con cual se quedaría?

Depende el momento, lugar y personas. Disfruto mucho con los niños, sobre todo cuando comen de todo, y además porque sus horarios me encantan. Así puedo descansar, veo recoger la cocina, leer un buen libro y facilitar el mejor sueño. Pero me chiflan los momentos románticos de las parejas, con un buen vino y platos exquisitos, porque todo ello promueve el erotismo, y yo soy muy sensual. Eso tiene el turno de noche.

Pero también trabaja Vd. para las personas mayores y los hospitales….

Es verdad. Y en esos casos mi tarea no es tan emocionante. Por la noche los mayores que están delicados de salud comen poco y mal, a veces productos chungos, que no aportan nada…..y en los hospitales, pues depende. Hay algunos que cocinan muy bien. Allí se trata de curar para dar el alta lo antes posible, y la prudencia es la consigna. Aquí funciono con las sopas y purés.

¿Cuál es su aportación a la nutrición?

Hombre, me alegro de que me haga esa pregunta. A veces se me toma por el pito de un sereno…. Hay quien cena frutas por aquello de perder el peso. Esta costumbre no está mal, pero debe ser bajo control médico, y durante pocos días a la semana. Hay que cenar un poco de todo, pero sin grasas y con pocos hidratos, ya que durante las horas nocturnas no hay gasto calórico. Soy una comida muy responsable.

Ahora, lo que no aguanto es que pasen de mí, que me ignoren, que no se cene. No hay derecho. Eso es ya una falta de respeto. Hay que comer poco (Don Quijote también lo aconsejaba), pero no saltarse mi horario por la cara. Soy la guardiana del buen descanso y del buen despertar. Bueno, quiero insistir en que llevo muy bien las excepciones, que haberlas haylas, en ocasiones especiales….

¿Y su aportación social?

Importantísima. Por la hora del dia en la que intervengo, sugiero conversaciones, ideas, reflexiones, etc entre las personas, que revisan la jornada vivida y hacen planes para la siguiente. También facilito los intercambios de emociones y sentimientos; es como si a última hora del dia la gente estuviera más propensa a ser ella misma….por eso nunca he querido ser otra cosa, sino la cena, la más interesante de las tomas diarias. Mi gran arma es la comunicación y mi mejor aliada es la ausencia de prisas.

¿Cuáles son sus alimentos favoritos?

En primer lugar, la tortilla de patatas. Llevo años trabajando con ella, es la mejor, la más sincera, sabrosa, completa y además cae bien a todo el mundo. La tortilla se presta a mil elaboraciones. En Cádiz se está cursando la licenciatura de tortillología.

También me siento bien con los filetitos de pollo o pavo, el pescadito a la plancha, y las ensaladas. Un yogur para terminar es lo mejor. El estómago debe quedarse con un poquito de hambre…. Y adoro los revueltos, la joya de las mesas compartidas.

¿Alguna opinión para el lector de Comeencasa?

Pues si me lo permite, comentar que no me gusta que me coloquen en cualquier sitio; a veces la cocina da asco para cenar….yo ruego unos manteles limpios, no importa el color, y, por supuesto, lejos de la tele, con esas cadenas y programas tan cutres y escandalosos, que nada enseñan. A mí es que se me cae la cara de vergüenza. ¡Ah! y no me entusiasman mucho la costumbre de los bocadillos, que sustituyen a cenas calientes.

Lo que sí me encanta, es salir después. Tomar una copa o pasear son mis actividades favoritas. La noche es joven para mí. Colaboro con ella en la digestión. Y entre las dos, procuramos que nadie se arrepienta de haberse pasado en cantidad o en bebida.

¿Y una frase para terminar?

En tu mesa o en la mía….