Acabo de leer en el Diario de Cádiz que los niños ingresados en el Hospital Universitario de Puerto Real podrán elegir su comida, gracias al Servicio de Hostelería y la Unidad de Dietética y Nutrición de este centro. Es decir, que los menores podrán escoger el primero, segundo plato y postre, gracias a unas tarjetas decoradas con dibujos infantiles que servirán para motivarlos.
Los padres o familiares de los niños ingresados en el Hospital puertorrealeño, recibirán cada día la tarjeta con los menús disponibles, con cuatro variedades para cada plato, guarnición y postre, para el almuerzo y la cena; los menús se renovarán cada 14 días. Las tarjetas llevan ilustraciones diseñadas con el fin de educar al paciente en la alimentación y conseguir una dieta equilibrada.
No es la primera iniciativa del Hospital Universitario de Puerto Real en pro de los niños hospitalizados, ya que hace un año puso en marcha un proyecto de voluntariado médico para utilizar en los pequeños los beneficios de la risa, a través de la impartición de talleres, juegos malabares y cuentacuentos, contribuyendo así a humanizar los centros hospitalarios.
Por otro lado, la Fundación Astrazeneca ha patrocinado y distribuido gratuitamente un libro sobre alimentación y juegos para niños con cáncer: “Las recetas mágicas de Jabel”. Está escrito por la enfermera Isabel Mangas Gallardo y la psicóloga y logopeda Carolina Rojas, y colaboran Consuelo Padrón, médico especialista en nutrición y el oncólogo Antonio Pérez Martínez.
El libro se ocupa de los “cambios sensoriales, en vista, gusto, olfato y tacto” producidos por los tratamientos oncológicos en los niños enfermos. En España hay alrededor de 1.000 niños con cáncer al año, cuya curación alcanza el 80%. No obstante, el éxito depende no solo de las terapias de soporte, sino también de la influencia del estado nutricional del niño, pues éste se relaciona con la funcionalidad del sistema inmunológico.
Es un hecho que la desnutrición afecta al 15% de los niños con cáncer no metastásico, y ello los hace más vulnerables. De ahí la importancia de desarrollar sencillas fórmulas en formato educativo y divertido para que el niño se implique en la preparación de sus comidas, luchando contra los efectos del vómito y la inapetencia que el cáncer origina en los niños. Jabel es un personaje mágico, un duende, que busca envolver a los pequeños con sus historias, haciendo que coman mejor y de un modo más divertido. Cada receta del libro lleva incorporadas actividades e historias para entretener a estos pacientes en mágicas aventuras, al tiempo que les enseñan a adquirir hábitos alimenticios saludables. Todo ello favorecerá sin duda su afectividad y sociabilidad, y por supuesto su curación.
El libro también ofrece recomendaciones para el niño enfermo de cáncer : realizar comidas frecuentes y de poca cantidad; la temperatura de la comida deberá ser templada; intentar evitar alimentos con olores y sabores fuertes; mantener cierta actividad física (pasear, jugar….); no vestir ropas apretadas; y descansar lo suficiente y mantener rutinas a la hora de dormir.
Hola Dolo: y está claro que la buena alimentación es fundamental siempre, pero más aún en estos casos, en los que los niños enfermos pierden el apetito.
Pues me parecen magníficas todas las iniciativas encaminadas a mejorar el bienestar y estado de ánimo de los niños que por desgracia están enfermos. Todo es poco para ellos, pues si la enfermedad es terrible para cualquiera, en un niño se hace más cruel.