El vetusto Instituto Santo Domingo de El Puerto de Santa María acogió el pasado fin de semana la II Muestra de los Vinos Tintos de la Provincia de Cádiz, organizado por el Ciclo Superior de Vitivinicultura de este centro docente junto al Ayuntamiento portuense, a través de su Concejalía de Turismo y al área de turismo de la Diputación Provincial de Cádiz.
Con tal motivo, 13 bodegas gaditanas dispusieron sus puestos en el claustro del Instituto, para ofrecer la degustación gratuita de sus variedades de tintos, a la vez que simultáneamente, en la biblioteca del centro tenían lugar catas dirigidas y conferencias sobre el vino tinto. Los tintos también estaban a la venta para los visitantes a precios muy ventajosos.
Participaron: Bodegas El Gato, Entrechuelos, Luis Pérez, Regantío, Manuel Aragón, Páez Morilla, Cortijo de Jara, Barbadillo, Rey Habis, Ibargüen, Huerta de Albalá y Cooperativa Católica Agrícola. Todas ellas presentaron sus tintos, y como novedad, un tinto dulce de Bodegas Regantío, llamado Alberite. (Esta bodega ha recibido recientemente la medalla de plata por su tinto Fine Tempo). Nosotros pudimos participar en la cata del sábado por la mañana, con cuatro vinos: Entrechuelos, Regantío, Samaruco y Rey Habis. Fue en la biblioteca del Instituto, anteriormente capilla del convento.
En el acto de inauguración, además de los representantes docentes y las autoridades municipales, el catedrático de enología y bodeguero Luis Pérez se dirigió a los asistentes resaltando el resurgir de los vinos tintos gaditanos por parte de bodegueros emprendedores, con más vocación que carácter empresarial.
Pérez subrayó como dato, que en los años 70, se consumía en España 70 litros de vino per cápita. Hoy, solo 18 litros, lo que supone la tercera parte de lo que consumo Francia y la mitad del consumo de Italia, todo ello partiendo de que tenemos la mayor superficie en viñedos. Concretamente el whisky ha ocupado el lugar del vino en la actualidad en España. Como curiosidad declaró que es en el estado Vaticano dónde más vino se consume en Europa.
Dedicarse a la producción de vino tinto no es una temeridad –dijo Luis Pérez- , ya que la actividad se fundamenta en los recursos propios de la tierra: luz y calor, además de aplicar el conocimiento, esfuerzo y cultura, lo esencial. Se trata de asumir que tenemos ese capital, nuestros vinos, que ayudarán además a la recuperación económica de la provincia.
Como nota curiosa, el claustro del Instituto me trajo recuerdos lejanos, ya que fue en él dónde me examiné de Reválida del Bachillerato Elemental (la superior la pasé en un instituto de Carmona, Sevilla). Aún recuerdo las aulas del centro, y también cómo entre los muchos alumnos que allí nos reunimos procedentes de otros tantos institutos, estaban los que cursaban los estudios de Enología. Estoy hablando de los años 70.
Más información sobre la Muestra: en el blog de mis amigos de Tubal