El pasado 16 de noviembre se cumplió una década del reconocimiento de la Dieta Mediterránea como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad, por parte de la Unesco. Esta dieta está calificada científicamente como la más sana de todas.
Fue creada en los años 70 por nutricionistas estadounidenses que buscaban la dieta real más parecida a la que diseñaron en laboratorio, comprobando que era la seguida durante años por los países ribereños del Mediterráneo, de ahí su nombre.
Las investigaciones pusieron de manifiesto que en estas zonas, se daban menos las enfermedades cardiovasculares y degenerativas, siendo mayor la longevidad (por el clima y los hábitos alimenticios): ingesta equilibrada de cereales, legumbres, hortalizas, pescados y frutas. Es cierto que esta misma alimentación se puede encontrar en otras zonas del planeta. La DM es un ejemplo de alimentación saludable.
El libro del Doctor Martínez-González “¿Qué comes?” (Edit Planeta), dedica un amplio capítulo a la Dieta Mediterránea (el autor es uno de los mayores expertos), y aclara lo que es y lo que no es Dieta Mediterránea. Es buena idea dar estas explicaciones, pues vemos con demasiada frecuencia cómo se atribuyen a la DM una serie de alimentos, elaboraciones y menús que no responden en absoluto a la naturaleza de la misma, sino que simplemente se toman como argumentos de marketing.
Para explicar la dieta mediterránea, Martínez-González adjudica a los alimentos semáforo rojo (limitar su consumo) y semáforo verde (consumo habitual).
Tendrían semáforo rojo LAS CARNES, se aconseja un bajo consumo de carnes y muy bajo de carnes rojas, y nada de carnes procesadas. En cuanto a los LÁCTEOS GRASOS, se aconseja evitar la mantequilla, nata, helados, leche entera y se permiten los lácteos fermentados como el yogur y el queso y siempre en pequeñas cantidades.
Tendrían semáforo verde EL ACEITE DE OLIVA, siempre aconsejable por sus múltiples efectos saludables; los VEGETALES FRESCOS, muy aconsejable, es decir, verduras, hortalizas, frutas, legumbres, frutos secos y cereales, además ricos en fibra. No se incluyen las patatas porque no forman parte de la DM. Y se incluyen PESCADOS Y MARISCOS, pero sin caer en exceso, ya que sí son habituales de la DM, como fuente de proteína. LOS HUEVOS también llevan un semáforo verde en la DM, con 3-4 a la semana, aunque se podría prescindir de ellos. Se incluye el CONSUMO MODERADO DE VINO TINTO durante las comidas (no los destilados). El vino es también un condimento de muchas recetas de cocina.
Hay un detalle que siempre me llama la atención: la costumbre de incluir las patatas como guarnición de los platos. En general, veo poca verduras en las dietas. ¡Con la cantidad de vegetales que tenemos a nuestra disposición!