No sé cual de los dos ha sido aquí más importante: la corvina fresca del mercado de abastos de Cádiz, o las buenas patatas traídas y regaladas directamente de Grazalema. Ambos son buenos productos de nuestra provincia. Da gusto trabajar con buenos ingredientes, que se comporten igual o mejor de lo que se espera de ellos. El resultado es un plato muy completo, potente, dónde manda el pescado y la patata -si es de buena calidad como en esta caso- añade suavidad y matices. Y lo mejor, lo que cunde medio kilo de pescado.
Ingredientes: ½ kg de corvina limpia en trozos, ½ kg de patatas viejas, 1 pimiento verde, 2 ajos, 1 tomate grande maduro, ½ litro de caldo de pescado casero, 1 lata de 250 g de espárragos verdes cocidos, ½ vaso de vino fino de Chiclana, 1 chorreón de brandy, sal, laurel, aceite de oliva virgen extra y azafrán.
La corvina debe estar limpia y en trozos pequeños. Ir calentando el caldo de pescado.
En un perol o cazuela, sofreír la cebolla, el ajo y el pimiento muy troceados. Al poco añadir el tomate pelado y troceado también y el laurel. Verter los espárragos ya cortados en trozos pequeños y saltear. Regar con el fino y añadir sal.
Cuando todo esté pochado y el vino evaporado, poner las patatas peladas y troceadas y dejar unos veinte o treinta minutos a fuego medio, con el chorreón de brandy, hasta que las patatas estén tiernas.
Echar la corvina, saltear y añadir el caldo de pescado. Dejar unos cinco minutos más y servir.
Desde luego estas patatas me han sorprendido. Hacía tiempo que no cocinaba más que con las de Sanlúcar.
Además de buenos productos se nota en la cazuela el interés que le pones. Tiene una presencia estupenda.