Vale. El titular es chulísimo, pero tengo algunas objeciones que hacer. Según se cuenta en la noticia cuyo enlace pongo abajo, investigadores serios de la Universidad de Barcelona y el Centro de Investigación Biomédica en Red del Instituto de Salud Carlos III, han descubierto por fín mis polifenoles y carotenoides (¡vaya palabrotas!), que son sustancias antioxidantes y beneficiosas para la salud y que llevo en mi interior. Ya era hora. Miles de años trabajando como sofrito básico,  siempre como actor secundario, acompañando a muchísimas comidas, haciendo bien mi cometido, y hasta hora no se han fijado en mí (Un poco moñas estos investigadores, seguro que nunca han cocinado en casa).

Pues sí, mis cuarenta tipos de polifenoles –una jartá, y que producen las verduras que yo gestiono personalmente- resulta que disminuyen el riesgo de enfermedad cardiovascular, según los descubrimientos, y eso es muy importante. Por no hablar de la vitamina C que llevo. Hablan también de que ayudo a prevenir el cáncer de próstata así como el cáncer de pulmón. Aconsejan consumirme en una cantidad diaria aproximada de 120 gramos –añadido a cualquier plato, claro-. Así que tomen nota en sus recetas. Sofrían, sofrían.

Hasta aquí estoy razonablemente satisfecho con el trato recibido por estos científicos…pero me repatea que solo hayan basado sus estudios en los sofritos comerciales, concretamente en 10 marcas. Eso es incalificable… Como si fuésemos iguales. Con lo fácil que habría sido preparar un buen sofrito en el laboratorio y analizarlo en directo.

Con un buen perol de hierro, su aceite de oliva virgen extra, dos ajitos, una cebolla hermosa y medio kilo de tomates maduros de Conil o de Los Palacios (por citar a Cádiz y Sevilla que es lo mío)….y con solo aportar fuego fuerte al principio y luego bajar un poco, manteniendo los quince minutos de rigor….¡oh! ¡Qué pasada es un buen sofrito casero!. Una auténtica obra de arte. Me emociono.

Y eso de estudiar solo las marcas comerciales de sofrito para sacar sus conclusiones me parece un insulto, una falta de respeto para mi buen nombre, mi reputación. Me considero el rey de los sofritos tomateros, el socio fundador, una especie de «it sofrito«, que para eso soy hecho en casa de principio a fin. Los de conserva no son sino sucedáneos, aunque a veces haya que tirar de ellos en la cocina ante imprevistos….

Por cierto, estos mismos investigadores recomiendan también utilizar el aceite de oliva virgen extra en lugar del de girasol. ¡A buenas horas mangas verdes!. A estas alturas, todo el mundo sabe que en un buen sofrito de tomate influye decisivamente el aceite que le pongamos, y que con otros que no sean aceite de oliva virgen extra, es que ni siquiera huele….¡ay!

Bueno, son berrinches que cojo a veces, concretamente cuando me ningunean. Con lo que yo he sido y soy para las recetas… Y si además regalo propiedades preventivas para la salud humana, pues mejor.

Y que conste que me llevo bien con las marcas de sofritos tomateros. Pero soy consciente de lo que represento. Como un sofrito hecho en casa no hay nada. Y además, somos gente muy informada y leemos hasta la prensa.

http://www.abc.es/sociedad/20131112/abci-sofrito-salsa-perfecta-proteger-201311121124.html