La revista OCU Compra Maestra, en su número del pasado febrero, recoge un interesante y completo reportaje sobre las hamburguesas envasadas que encontramos en los supermercados.  Dice el mencionado informe que suelen ser carne picada de mala calidad, con mucha sal, grasa y aditivos, y que se abomban al freír. Su precio, 10 euros el kilo, recuerda que hacer hamburguesas en casa es más barato y además con mucha mejor calidad.

Tener en la nevera un envase con hamburguesas es de lo más socorrido para cuando no hemos podido o no nos apetece cocinar. Además, a los niños les encanta su sabor, aunque su calidad deje mucho que desear.

Lo normal sería que una hamburguesa fresca lleve carne picada con alguna especia u hortaliza, pero al ser un producto muy perecedero, se le añaden conservantes para alargar su caducidad. La normativa permite también que lleve antioxidantes para mejorar su aspecto, así como colorantes y potenciadores de sabor, aromas, etc. Esto no es peligroso para la salud, pero sí es verdad que disfraza el sabor y la calidad del producto.

Por otro lado, la revista señala los sulfitos, de los que solo prescinden cuatro marcas de hamburguesas de las existentes en el mercado. Los sulfitos sirven para dificultar el crecimiento de bacterias, mohos y levaduras, manteniendo el buen aspecto de la carne. siendo perjudiciales en altas dosis, por lo que existe una ingesta diaria admisible (IDA) según el peso de la persona. Hay que tener en cuenta lo mucho que gusta la hamburguesa a la población infantil.

NOTAS IMPORTANTES DE LAS ETIQUETAS:

Si es carne picada 100%, hay que consumirla pronto, en un par de días como máximo.

Si es preparado de carne picada: entonces contiene aditivos, colorantes y otros condimentos y productos alimenticios.

Si se vende como Burguer Meat: es un preparado de carne picada, pero con un mínimo de cereales u hortalizas. Entonces se les pueden añadir sulfitos como conservantes por su composición.

La carne picada o los preparados pueden presentarse en formato de bandeja (sin moldear), hamburguesas y albóndigas. Los especialistas insisten en que esta carne debe cocinarse bien para eliminar posibles bacterias.

El informe de la revista OCU señala que las hamburguesas que existen en el mercado son excesivamente grasas y saladas (entre 15% y 25% de grasa, cuando una pieza de carne de vaca contiene un 6%). Hay que tener en cuenta que a mayor contenido graso, menor en proteínas. Las hamburguesas apenas tienen hidratos de carbono.  Su peso oscila entre los 60 g y los 220 g, aunque la estándar roza los 90. De media aportan unos 200 kcal por cada 100 g.

Y por su alto contenido en sal, se recomienda no añadirla en casa al cocinar las hamburguesas. El informe señala como hamburguesas de excelente calidad las de Raza Nostra y Roler, seguidas de Eroski Basic y Martínez Loriente. Todas las demás suspenden. Al menos en higiene, todas pasan la prueba.

No obstante, estamos pagando un precio medio de 10 euros el kilo, similar a un kilo de carne picada, pero que no todo es carne. Ya en la sartén, expertos cocineros han visto en ellas trozos de tendones, y algún hueso.

Y al hilo de esta noticia me gustaría enlazar el artículo de la prestigiosa experta en cocina y nutrición Cristina Galiano, sobre la costumbre de consumir carne de ternera varias veces a la semana, nada aconsejable para la salud.

http://cristinagaliano.com/2013/filetes-4-o-5-veces-a-la-semana/

Receta de hamburguesa casera de mi amiga Conchi Ariza