Dice mi pescadero que el propietario de este restaurante es de los pocos que puede presumir de cocina de mercado, ya que visita a diario la plaza de abastos, para escoger directamente la mercancía. De hecho coincido a menudo con él en los puestos.
El Restaurante Juan Antonio, regentado por Juan Antonio García Hernández, está situado junto a la playa de Valdelagrana junto a otros establecimientos hosteleros. Cuenta con comedor interior en dos ambientes y con una terraza exterior amplia, además de una barra de buen tamaño. Para nosotros fue un descubrimiento.
La carta de este establecimiento no es demasiado amplia, y se cambia con frecuencia. Los nombres de los platos son de cocina tradicional y básica, todos ellos nos suenan, pero están muy bien preparados, a partir de una excelente materia prima. Aquí va nuestra comanda:
Huevos rellenos, croquetas de bonito en escabeche (¡qué bien preparadas!), boquerones fritos (pequeños, bien fritos, pero sin exceso de sal), tortilla de cebolletas (el gran descubrimiento) y fideos con caballa y gambas, un plato caliente riquísimo.
El postre fue la torrija clásica –solo el pan, sin helado-, con el añadido de piel de naranja caramelizada. Inolvidable.
Tienen buena carta de vinos, si bien pudimos elegir un tinto de la Tierra de Cádiz. Acertamos.
Visitar el Restaurante Juan Antonio nos dejó una agradable sensación, con platos sencillos pero exquisitos. Y excelente la relación calidad/precio. A veces disfruta uno al recuperar esos sabores básicos de la cocina clásica e ingredientes ligeros. Nos quedó pendiente la ensaladilla de coliflores, que dicen por ahí que es genial. Dicho queda.