Leo en un artículo de la página Eroski Consumer que la tendencia “comer limpio” o “clean eating” está triunfando en las redes sociales. Se trata de una corriente que busca prescindir de los ultraprocesados en la dieta, dando preferencia a los alimentos frescos (ecológicos o no) y con pocos aditivos. La idea no está mal.
Pero es cierto que en esta etiqueta aparecen otros términos muy populares como “détox”, “sin gluten”, “sin transgénicos”, “orgánico”, “vegano”, “sin aditivos”, “real food”, etc. Como si lo de comer limpio pudiera practicarse desde muchos aspectos e ideologías culinarias. El objetivo, se supone que es conseguir una dieta más saludable.
Comer limpio (insisto en el término en castellano), supone reducir o eliminar los alimentos ultraprocesados, con buen consumo de frutas y verduras en la dieta y, por supuesto, cocinar más en casa, para controlar todos los ingredientes del plato (sal, grasas y azúcares entre otros). Pero esta tendencia puede llevar a la gente a la llamada ortorexia, como trastorno de la conducta alimentaria, como una obsesión).
Se suele identificar eso de ·limpio” con no artificial ni sintético, o con pocos ingredientes y frescos. No olvidemos que ese concepto es uno de los pilares de la filosofía slow-food junto con bueno y justo.
Dice el artículo que comer limpio viene a ser un concepto poco preciso, pues no hay restricciones definidas. Porque además, no se llama limpio a un alimento, sino al menú completo. Y por lo visto, son los influencers quienes promocionan estos alimentos en sus redes. Esto hace que se ponga en tela de juicio lo que nos ofrece la industria alimentaria.
En alusión al tecnólogo de los alimentos Miguel Ángel Lurueña, no debe hablarse de concepto ultraprocesado como sinónimo de insano, porque lo importante es lo que lleve el producto (azúcar añadido, sal o grasas).
Y se concluye que se debe promover la cocina en casa, con alimentos frescos o poco procesados. No olvidemos que en la cocina casera también se añaden aditivos, aunque naturales, y que la industria también los utiliza.
Lo mejor, el alimento fresco y de temporada. Aumentar la ingesta de frutas y verduras de proximidad.
En cualquier caso, no debemos convertir la comida en una obsesión.