El pasado domingo, en Canal Sur TV, el programa Parlamento Andaluz dedicó un completo reportaje a las asociaciones y ONGs que ayudan a combatir las secuelas de la crisis sanitaria debida a la pandemia. Una de ellas es el comedor social de Triana (Comedor Social Ntra. Sra. del Rosario), histórico servicio de comidas gestionado desde 1904 por la congregación de las Hermanas de la Caridad, que también regentan un eficiente economato social anejo, del que ya hemos hablado en esta página.
El Comedor Social de Triana es una de las pocas entidades que no ha cerrado ni suspendido sus funciones con la llegada del confinamiento y de las restricciones. La situación sanitaria ha hecho aumentar el número de usuarios del comedor, al que ahora acuden por necesidad trabajadores precarios (en paro y aún pendientes de ayudas) y también los llamados trabajadores “pobres”, con salarios que no alcanzan a cubrir sus necesidades más elementales. De este modo alrededor de 300 personas buscan aquí diariamente un almuerzo completo y un tentempié para la cena.
Pero las actuales restricciones sanitarias no permiten prestar el servicio de comedor como lo era antes de la pandemia, en las amplias e impolutas instalaciones del Comedor. Ahora solo pueden recoger sus bolsas de comida (primer y segundo plato, fruta y bocadillo para la cena), guardando turno en una cola. Por ello estos usuarios han perdido un espacio de encuentro, amistad y sociabilidad fundamental, que completaba sus necesidades alimenticias.
Por otro lado, el actual protocolo del servicio de comedor encarece notablemente el coste del mismo, al ser necesarias medidas sanitarias como trajes de protección para los trabajadores sociales y voluntarios, fiambreras y cubiertos de un solo uso y mascarillas.
Entre las personas que intervinieron en el programa, se encontraba Sor Purificación Díaz, directora del Comedor, que habló del perfil del actual usuario; Francisco Pérez Rodríguez, voluntario y miembro del Patronato de la Entidad, que subrayó el incremento de socios colaboradores con motivo de la nueva situación) y Elena Tejedor, trabajadora social del comedor, que comentó cómo han tenido que reinventarse y organizarse para seguir prestando el servicio.
La pandemia siempre recorta derechos, servicios y beneficios. No obstante, el equipo de trabajadores del comedor social de Triana y el economato sigue atendiendo las necesidades alimenticias de un importante colectivo en Sevilla, los 365 días del año. Su esperanza es conseguir que algún día no necesiten utilizarlos.