No es la primera vez que aplico aquí eso de “dónde dije digo…”. He escrito muchas cosas sobre cocina (recetas y artículos) según mi criterio en ese momento, y tengo que reconocer que a veces no he estado fina, demostrando falta de conocimientos técnicos o ignorando los principios de salud que deberían guiarnos a todos en la alimentación, sin perjuicio de que alguna vez osemos saltarnos estas pautas.
Resulta que en 2011 publiqué una entrada sobre las existencias que siempre deberíamos tener en la cocina (congeladas, refrigeradas o a temperatura ambiente), para poder preparar nuestras comidas, comprobando al releerla a la luz de mi parecer actual, que algunas no son saludables del todo.
Es por ello, aprovechando que con las fiestas no me vais a leer muchos de vosotros, por lo que corrijo el artículo, quitándole todos estos alimentos que detallo a continuación y que incluí en su día, y así queda el artículo como me parece más correcto:
Pan de molde: en general el pan envasado está lleno de aditivos y es de mala calidad, salvo algún pan hecho en “pueblo”. Así que lo elimino.
Galletas, sabiendo lo que ahora sé, hay que eliminarlas todas, ninguna nos aporta nada bueno. Para desayunos y merienda, la tostada.
Naranjas de zumo: hace años que no hacemos zumo para desayunar (ni para nada) en casa, pues suponen fructuosa sin fibra. Ahora solo naranjas de mesa, peladas y a gajos.
Paté para untar: con ser un alimento gourmet, resulta que de saludable tiene poco. A nosotros nos encantan pero dejamos los patés para ocasiones especiales.
Mantequilla: no me convence su grasa y sus muchas calorías. No la utilizo en casa, si bien es imprescindible en repostería, pero como no es mi fuerte, pues tampoco. Nada como la grasa que nos da el aceite de oliva virgen extra.
Jamón cocido: durante años hemos consumido esta chacina (eso sí, de la clase extra), pero con el tiempo creo que no aporta gran cosa a la dieta. Y el jamón ibérico gana por goleada.
Los huesos de jamón que antes guardaba incluso congelados, cada vez los empleo menos en la cocina, dado que los caldos los hago con toda la verdura disponible y así me quedan muy bien.
Y por último, propongo como alimentos a limitar: el azúcar moreno y la miel. Las tortas de aceite son los únicos dulces que consideramos de fondo de cocina, por su calidad y tradición.
Pues nada, pido sinceras disculpas por mi torpeza, arreglo el texto de 2011, cosa que el blog me permite, y aprovecho para desearos un feliz año 2021, que venga lo más normal posible.