El 26 de septiembre pasado tuvo lugar la entrega de premios de la XIX Ruta del Tapeo de Cádiz, en la que han participado 33 establecimientos de la capital gaditana. Una ruta de las más antiguas de España, que da idea de la motivación de nuestros bares y del potencial de nuestros productos para ofrecer tapas imaginativas y de calidad, en una ciudad en la que el turismo pesa notablemente.
En las bases de esta presente edición se convocaba también un concurso o Ruta paralela dedicada a las papas aliñás, la “tapa por excelencia” de Cádiz, y en cuya prueba participaron solo una parte de los establecimientos inscritos. Supongo que la mayoría de los que presentaron este plato tan gaditano ya la tenían en carta habitualmente.
Este año solo hemos podido visitar tres establecimientos. Pero, finalizado el plazo y entregados los premios, quisimos probar la tapa ganadora, que este año fue para Bahía Multibar (Avda. 4 de diciembre de 1977). Se llama “Bombita rellena de Sobrasada de Morena, Adobo Japonés y Migas Marinas”. La elaboración consiguió en uno o dos bocados presentar una fritura con sabor y textura marinero, justificando así el sentido de lo que es una tapa, algo breve, intenso y definido.
Ya dije en mi anterior artículo sobre esta Ruta que más de la mitad de los establecimientos se estrenaban en el concurso, razón de más para ir conociendo otros bares que nunca visitamos por limitaciones físicas o geográficas. Y así, junto a la tapa ganadora, que siguen conservando fuera de carta (buena idea), probamos otros platos del lugar: una ensalada nikkei de langostinos; el hummus de remolacha (nos encantó) y un exquisito sorbete de mandarina y vodka con hierbabuena. La cocina del Bahía Bar la dirige el joven cocinero Alberto Gavira.
Solo comentar que más de una vez -en varios años- hemos probado las papas aliñás de bajo nivel, cuando es un plato que nos distingue desde siempre, y al que creo debería prestarse más atención, que tampoco tiene una elaboración demasiado compleja, creo yo. Es cuestión de cuidar la materia prima y la vinagreta y los tiempos.
Junto a los premios de cocina propiamente dichos por la preparación de la tapa, se entregó también una distinción al mejor establecimiento, en esta ocasión el Hotel Senator.
Hay que decir que las actuales circunstancias sanitarias debido a la pandemia del Covid suponen una dificultad más a la hora de organizar esta Ruta del Tapeo, que lleva implícito el guardar las distancias en los locales o las limitaciones del uso de la barra, tan propio para ejercitar el noble arte de tapear. Todo ello junto a la condición que imponen algunos establecimientos de acotar espacios para probar la tapa, dedicando el resto del local a otros platos más «serios».
Esta pasada Ruta del Tapeo eché de menos a una serie de establecimientos conocidos en la ciudad, con un gran recorrido en su estilo y calidad, que no han acudido a la convocatoria. En cualquier caso, los nuevos bares que se incorporen a la Ruta deberán demostrar la valía de sus cocinas, rompiendo prejuicios de los establecimientos conocidos y consolidados, pues es una oportunidad para ampliar su clientela. Se trata de no dejar nunca de descubrir cosas nuevas, ya que contamos con jóvenes cocineros con buena formación y experiencia. Ellos son ahora más necesarios que nunca.
Han sido 33 establecimientos –algunos con las dos tapas concursantes- que han supuesto trabajo y aplicación por parte del jurado, las amigas de Cuartoymitá, con una larga experiencia como jueces gastronómicos en Cádiz y provincia, y que hacen este trabajo de modo totalmente altruista. Ellas saben que la gastronomía es un punto cultural y turístico para la ciudad.
Y una propuesta más: ¿se podría premiar al mejor camarero de la Ruta?. Creo que la Sala es fundamental como continuación de la propuesta de la cocina. Se necesitan camareros cuenta-tapas.
Enhorabuena a los premiados.