Esta mañana ha fallecido en Sevilla Valentín Álvarez Vigil, el que fue fundador y propietario del economato Ecovol, un formato comercial de gran superficie eficaz, sólido, moderno y con tintes de vocación social, en el ámbito de Sevilla. Un empresario adelantado a su tiempo que ganó y dio a ganar dinero a la sociedad, todo un ejemplo.
Creado en 1970 como novedoso club de compra, Ecovol consiguió afiliar a 33.000 familias (según índica el artículo de ABC), con cuotas mensuales asumidas en la mayor parte por las empresas, como pago en especie a sus trabajadores. El centro comercial estuvo funcionando hasta 1995 y su cierre lo aceleró un gran incendio producido en sus instalaciones, por lo que Álvarez Vigil decidió venderlo al hipermercado Continente, hoy Carrefour.
En 1978, recién llegada a Sevilla, en mi primer empleo en la capital, mi contrato de trabajo incluía disfrutar gratis de la tarjeta de Ecovol, cuyo canon mensual pagaba por mi la empresa, que en aquellos tiempos ascendía a unas 4.000 ó 5.000 pesetas. En mi siguiente destino laboral, también tuve mi tarjeta de compra Ecovol, y durante muchos años realicé allí mis compras básicas mensuales en alimentación y limpieza, que luego completaba con los productos en fresco en otros comercios.
No puedo sino recordar al economato Ecovol como una excelente fórmula comercial, en el que las cuotas fijas de tantos socios se invertían en sufragar sus gastos estructurales y laborales, y a cambio, podía ofrecer a sus socios precios muy competitivos. Siempre pensé que comprar allí era un modo claro de ayudar al consumidor a administrarse, en unos tiempos en los que comenzábamos a pagar nuestras hipotecas o el préstamo del coche, y se hacía necesario controlar los gastos. No había ofertas ni promociones ni tampoco rebajas, pero los precios eran muy estables.
Ecovol vendía primeras marcas de alimentos no perecederos (leche, legumbres, arroces, pastas, conservas, quesos y aceites), junto a productos de limpieza también de marcas estrella, todo ello con una diferencia de precios menor en torno al 30-40% que el mercado. Su catálogo solo ofrecía artículos necesarios, en una orientación de defensa de la compra responsable, sin marcas blancas ni productos ultraprocesados (ciertamente entonces no había), obviando productos superfluos.
En su última etapa amplió su superficie comercial con una sección de textil de hogar (magnífica) y de electrodomésticos (imprescindible también para todos los hogares).
Un modelo comercial solvente y actualizado (el primero en introducir el lector de código de barras en los productos), sostenible (implantó las bolsas reutilizables, bajo el título “Utilízame miles de veces”, y dinámico, pues dio empleo a 400 personas en Sevilla. Y evidentemente un empresario ejemplar.
Su lema fue “La gran familia que compra unida”, que aunque parece pasado de moda, resume sin duda una vocación social del comercio, en manos de una sociedad local, ajena a accionistas o inversores extranjeros.
D.E.P. D. Valentín Álvarez Vigil.
Es cierto que hubo un gran incendio que destruyó sus instalaciones (No el primero que destruía instalaciones del mismo empresario, ya hubo otro antes que quemó su primer economato, ELCES…, casualidad, supongo…). Pero no es cierto que se lo vendiera a Carrefour (O Continente) en ese momento…. Se aprovechó de una gran campaña de publicidad orquestada desde todos los estamentos «oficiales» de la ciudad de Sevilla para quedarse con los terrenos e infraestructuras del antiguo hipermercado Meta o Pryca, como lo quiera llamar, en la carretera de Utrera, ocupado por aquel entonces por caravanas y familias sin hogar en toda la extensión de su gran aparcamiento. En el espacio de 4 meses, con la ayuda de la administración y de todos los servicios públicos habidos y por haber, abrió de nuevo las puertas de Ecovol en dicho espacio, con más socios que al término del incendio, gracias de nuevo a la campaña de publicidad orquestada desde las más altas esferas, recuerde usted que incluso su Excelentísima Señora Doña María Soledad Becerril Bustamante, Alcaldesa de Sevilla en la fecha, vociferó prácticamente en todos los medios su afiliación a Ecovol como nueva seguidora incondicional tal y como debían hacer los sevillanos de pro… Poco más de tres años y medio después, Vigil vende todo el cotarro a Continente, después de facturar más de 14.000 millones de pesetas el último año de gestión sevillana (sume lo que pagó Continente, lo que no pagó Vigil para agenciarse el “solar” con la edificación incluida, las cuotas anuales de más de 30.000 familias sevillanas que eran ingreso fijo anual, más las primas de las grandes empresas por estar presentes en el resurgir del Ave Fénix… Haga Usted cuentas…)… No entraré en lo que hicieron con los 250 puestos de trabajo que iban a mantener, según Continente y el señor Álvarez Vigil…
Es Verdad. D.E.P.