Cocina para perder peso OEl grupo restaurador sevillano Ovejas Negras impartió ayer martes un nuevo taller de cocina, esta vez bajo el título “Cocina para perder peso”. La clase estuvo dirigida igualmente por Javier García Pereda, dietista-nutricionista y tecnólogo alimentario; y por Carlos Escuín, Chef responsable de I+D en Ovejas Negras, que elaboró varias recetas. El formato del taller fue showcooking en el espacio gastronómico que la firma posee en la calle Florentín, junto a Hernando Colón, en pleno centro de Sevilla.

El objetivo del curso fue dar recomendaciones teóricas y propuestas culinarias para desprendernos de los kilos ganados en las recientes fiestas navideñas, a base de volver a los horarios y rutinas habituales de comidas, y todo ello disfrutando de la mejor cocina sana.

Para Javier García, volver a las costumbres culinarias supone no sentir estrés, facilitando la pérdida de peso; lo contrario ocurrirá si nos saltamos alguna ingesta durante el día.

Y una proporción a seguir en cualquiera de nuestras comidas: sobre nuestro plato, un 50% ocupado por verduras, un 25% de proteínas y otro 25% de hidratos de carbono. Es una buena guía a seguir.

Por ello, lo más acertado es elegir alimentos saciantes y que además aporten nutrientes, consiguiendo así una buena alimentación e ir soltando poco a poco la grasa sobrante. Se pusieron varios ejemplos:

DESAYUNO: mejor una pieza de fruta pequeña con piel que un zumo natural, para conservar la fibra. También una porción de pan integral de unos 40 g sería suficiente, además de una ración de proteína como el jamón, el pavo, el queso o el atún. A falta de fruta, puedo acudir a las rodajas de tomate como complemento con un poco de aceite de oliva virgen extra, ideal para el corazón. Estos alimentos nos ayudarán a no picar entre horas, junto al café, té o cualquier infusión.

MEDIA MAÑANA: la fruta sigue siendo una buena opción, pero debería ir acompañada de otros alimentos saciantes como frutos secos o yogures naturales.

ALMUERZOS: siempre una ración generosa de verduras como primer plato, cruda o cocinada, aportando así volumen al estómago pero con pocas calorías. Para el segundo plato, puede ir una ración de proteínas (carnes, pescados (mejor éstos), con una pequeña ración de patatas, arroz o pasta, pero en tamaño de un puño (cocinado). Si no, pondremos pan integral en 40 g.

MERIENDA: podemos volver a los lácteos como yogures.

CENA: NUNCA FRUTAS SOLAS o VERDURAS. Lo mejor es algo parecido al almuerzo, es decir, verduras y una proteína como el huevo, o el pescado blanco.

En conclusión, para perder peso es fundamental una buena planificación de nuestras ingestas, sin recurrir a la improvisación.