Un nuevo curso de cocina finaliza esta vez para doce chicas jóvenes extranjeras, procedentes de varios países de Sudamérica, África  y Europa del Este. Colombia, Perú, Guatemala, Cuba, Venezuela, Azerbayán, Bulgaria y Marruecos son sus orígenes. Cocinando Tu Futuro se despide hasta el próximo mes de octubre, no sin antes haberles facilitado la obtención del carnet de manipulador de alimentos, una acreditación que seguramente les ayudará a encontrar empleo.

Alguna de ellas tiene pequeñas dificultades con nuestro idioma, incluso con el alfabeto occidental, pero todas han compartido la mesa de la cocina de este taller, así como nuestros fundamentos sobre la alimentación y el valor de los productos. De hecho, han participado activamente en la elaboración de arroces, guisos, potajes, pasteles de pescado, pucheros, pistos de verduras y algún que otro plato de pastelería,  todo ello compartido en alegre degustación.

Durante los talleres hemos podido comprobar en sus personalidades la fuerte resolución de las sudamericanas, la serenidad de las musulmanas y la fuerza vital de las caucásicas. Son mujeres jóvenes que han sufrido para llegar aquí, que buscan trabajo, papeles y estabilidad, y que dejan mucho al otro lado de la frontera: hijos pequeños, padres y amigos. No puedo sino reconocer el gran valor que tienen.

Tal vez haya que concluir que –a pesar de la crisis que padecemos en España- hay países en los que se sigue viviendo mucho peor, dónde hay incluso más corrupción y dónde un científico o un catedrático malvive con pocos ingresos.

Ha sido un tiempo más para compartir menús saludables, ricos y fáciles, desde la óptica de la mejor cocina adaptada a las familias españoles, con las que previsiblemente van a trabajar estas jóvenes.

Solo me queda desearles toda la suerte del mundo, se la merecen.